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Urgente Muere el mecenas Castellano Comenge

la subida del petróleo

CUARTO MENGUANTE ·

A ver quién entiende la rareza: nos explican que se debe a la decisión de Trump contra Irán, pero Europa sigue leal a Teherán

Vicente Lladró

Valencia

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Sábado, 12 de mayo 2018, 14:06

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Cuando pasábamos por una gasolinera y veíamos que los precios habían subido algo, el compañero Javier Falomir hacía la broma de mostrarse muy contento y trataba de convencernos de que debíamos hacer lo mismo, porque si subía la gasolina era buena señal, prueba de que subía el barril de crudo, «y eso es bueno para la humanidad -concluía su argumento, digno de Groucho-, porque contribuye a la paz en Oriente Medio, y por tanto a la paz mundial, porque los países árabes que lo extraen salen así de la crisis de precios bajos, que sólo agudizaría los problemas de inestabilidad internacional».

Era coña, claro; la cuestión era hacer mofa de los planteamientos al uso que había soltado más de un experto (ponga expertos en su vida) en cualquier tertulia radiada, y de paso sorprender a los no avisados. ¿Cómo va a ser bueno que nos cueste más llenar el depósito?, se rebotaba el incauto de turno, mientras los ya iniciados insistíamos en la necesaria solidaridad con los jeques de los pozos, hasta que por fin caía aquel del caballo y nos dedicaba algún improperio.

Ahora no es broma la escalada. Raro es el día que no suben los combustibles uno o dos céntimos, y los augurios señalan que va a continuar la marcha. Los finos analistas ya no insisten en aquello de que es bueno para la paz en Oriente Medio, primero porque está subiendo más de la cuenta y acabaría rebotándose el respetable auditorio, y segunda porque, según indican, el motivo de la subida actual se encuentra precisamente en el más reciente acontecimiento que amenaza la paz, la ruptura del pacto nuclear entre Estados Unidos e Irán. Se han intercambiado los papeles de la causa y el efecto, lo que nos tiene la mar de confusos.

Según el planteamiento imperante con el que nos atosigan ahora, esa ruptura provocará que haya menos oferta de petróleo, a lo que ya está respondiendo el mercado con alzas. Porque si el asunto petrolífero tiende hacia abajo, usted no lo nota porque ese petróleo que baja tardará en llegar aquí, pero si es a la inversa, nada de diferido, sube ya mismo.

La cuestión es que Estados Unidos prevé imponer de nuevo sanciones a Irán; entre otras cosas, con el crudo. No le comprarán Estados Unidos y quienes quieran seguirle. Pero la Unión Europea está diciendo que no tiene razones para seguirle el juego a Trump, incluso que desconfía del presidente norteamericano. Por tanto, si los países europeos siguen leales a Irán, porque rechazan que haya incumplido el acuerdo antinuclear (lo están diciendo Merkel, Macron y hasta Rajoy), seguiremos comprándole petróleo, ¿no? Entonces ¿dónde está el problema de la presunta escasez para que suba? Si Trump maniobra para reactivar el fracking, será otro asunto, pero aquí, a las mismas. ¿O es que se están aprovechando muchos en un juego multibandas? Y si se trata de creer o no si Teherán tiene la bomba, recordemos lo de Irak, cuando no se hallaron armas de destrucción masiva.

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