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OBJETIVO: CHAMPIONS LEAGUE

fernando gómez

Domingo, 22 de octubre 2017, 08:11

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No me atrevo a afirmar que la victoria parcial del Valencia en el descanso fuese realmente justa, pero sin duda, considero que tras los primeros 45 minutos del Bernabéu ante el Real Madrid, esta primera mitad fue la que, por méritos futbolísticos, prosigue en calidad a aquella ante el cuadro madrileño, de tan buen recuerdo para todos nosotros. El Valencia está muy seguro de lo que hace, se mueve con claridad, todos los futbolistas que llevan la pelota encuentran compañeros que le dan apoyos, buenas líneas de pase. Además ejecutan con precisión, pocos errores técnicos en controles o pases y sus desmarques son potenciales creadores de peligro para el contrario. Un rival, al que se le hace dudar, los laterales no saben si seguir al interior que centra su posición o no, los centrales no saben si acompañar al punta que viene a recibir o no, y los laterales se incorporan con velocidad y en el momento oportuno. Todo muy inteligente y acertado. Y el rival aguanta hasta donde puede. El Sevilla hizo una buena primera parte. Concedió algunos espacios y no supo cómo neutralizar nuestros movimientos, pero el Valencia no creó tantas oportunidades claras ante el marco de Sergio Rico. Y los visitantes, además, llegaron a rondar el área valencianista con intención y posibilidades dañinas para los locales. Pero ni unos ni otros marcaron, haciendo que estos primeros cuarenta y cinco minutos fuesen realmente atractivos, aun sin variación en el luminoso. Hasta que llegó Guedes, sí, Guedes, aquel que no queríamos ver en nuestro equipo pensando que Mendes nos volvía a engañar. ¡Qué futbolista mamma mía! ¡Impresionante! Hizo uno de los goles del año, de la temporada, tras dos recortes y pelota a la mismísima escuadra, golpeada con tremenda violencia. Puede ser el jugador de la temporada. Ahora mismo, absolutamente desequilibrante. Pero hay más, el resto, magníficos, muchos jugadores en plenitud, en un extraordinario y llamativo estado de forma, aportando un rendimiento excepcional, en esfuerzo, compromiso y juego. ¡Fantásticos! Tras el segundo gol, el de Zaza, normal que se vinieran atrás, intentando evitar que el Sevilla recortara distancias y explotando el contragolpe. Ahí se produjo el único momento de duda de los nuestros, el Sevilla pudo marcar. Pero no lo hizo y acabó pagando los cambios, el adelantamiento de líneas y su cansancio, debido al terrible contraataque que pone en práctica este Valencia. Y los andaluces ya no sé si terminaron rindiéndose o suicidándose, muchos problemas tienen, prueba de ello el último gol de Guedes, totalmente solo para recibir, correr y finalizar con sutileza. Muy mal defendido, tanto éste como el segundo de Zaza. Plantilla sobrevalorada, nada que ver con la nuestra, ni con las anteriores del cuadro andaluz. Y vuelvo a lo mío, a lo que llevo expresando desde el minuto uno de temporada, objetivo Champions League. Por jugadores, por coste plantilla y por competidores, el Valencia debe lograrlo. No hacerlo no sería un fracaso, pero sí una tremenda decepción. No hay rivales. Es mi opinión.

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