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¿DEBEN ABRIR LOS MERCADOS POR LA TARDE?

Cap i casal ·

El éxito de público de la segunda edición de Bonic/a Fest constata que los recintos se aprovechan ahora muy poco

Paco Moreno

Valencia

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Lunes, 18 de septiembre 2017, 09:32

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Todo muy bien. Un éxito. Para repetir». Mensajes como estos son los que recibí la madrugada pasada de otros tantos mercados municipales, a los que había pedido confirmación de cómo había ido la segunda edición del Bonic/a Fest, por aquello de no meter la pata y que la crónica de la fiesta fuera la correcta. En el mercado del Cabanyal, por ejemplo, seis mil personas. Casi nada.

Algo parecido ocurrió en otros mercados de los llamados principales por su número de puestos. Las sensaciones en el Central fueron mucho mejores que el año anterior, cuando se produjo un cabreo monumental por las limitaciones del aforo. En Ruzafa, el mensaje era idéntico: «Gran éxito».

Es inevitable por lo tanto si los mercados municipales pueden generar más negocios, un rendimiento mayor tanto para los comerciantes como para el Ayuntamiento, dado que podría generar más ingresos por tasas. La pregunta es si deben abrir por las tardes.

El concejal de Mercados, Carlos Galiana, lo tiene muy claro. Es un convencido de que sí pero no moverá ni un dedo para intentar que lo hagan. Es algo que deben decidir los vendedores y si hay puestos suficientes entonces el Ayuntamiento pondrá los medios, entre ellos la nueva ordenanza que está en fase de borrador, un documento con el que se regularán todas las actividades de estos recintos, entre ellos jornadas gastronómicas como las vividas la noche del sábado. En concreto, se permitirá a cada asociación dos al año, además de otras tantas a cada puesto.

La opinión del que suscribe es la de todos los consumidores. Sí y lo antes posible, para facilitar las compras con más horario. Aunque luego hay que matizar los costes y la demanda real. Se trata de vendedores que se levantan de noche para comprar la mercancía y deberían recurrir a asalariados para poder abrir por las tardes.

Un asunto complejo y en el que la mayoría de las asociaciones se mueve en terreno desconocido. Urge pues una macroencuesta para conocer la opinión de los consumidores, abriendo la posibilidad a facilitar más actividades que hagan atractivos los mercados. No digo lo de la noche del sábado, con conciertos en media ciudad pagados por el Consistorio, pero sí un programa que acompañe a las compras.

Menos ganas de fiesta tienen en los mercadillos ambulantes. Estos vendedores coinciden en señalar que los manteros «van por libre» ante una falta decidida de actuación de la Policía Local. Tienen miedo por lo que pueda pasar a partir del 2 de octubre, cuando desaparezca la Unidad GOES y la vigilancia pase a depender de las Unidades de distrito.

¿Sabes si rectifican? me preguntan con frecuencia alguno de estos comerciantes. Que yo sepa no, la reorganización policial está decidida para bien o para mal. Los manteros, que no tienen licencia y venden productos falsificados pero no tienen un pelo de tontos, se ponen incluso en el mejor sitio, las calles de más afluencia de clientes como se ve todas las semanas en el Cabanyal, donde sigue siendo incomprensible el traslado de una parte de los vendedores a la zona más degradada por las obras de urbanización. Eso es condenarles a no vender nada durante unos meses.

Veremos cómo sale el experimento de modificar las unidades policiales. Uno de los objetivos es reforzar los servicios nocturnos, léase botellón y otros problemas de convivencia, aunque a las primeras de cambio el plan ha pinchado. Quedan 14 vacantes después del periodo voluntario y tiene la pinta de que la cosa acabará en Inspección de Trabajo si la concejalía se empeña en obligar a los cambios.

La (in)seguridad ciudadana será uno de los asuntos del Debate del Estado de la Ciudad este miércoles, donde el alcalde Ribó anunció el sábado que la EMT será uno de los asuntos que toque. La remodelación de líneas con la que la compañía quiere mejorar el servicio en el centro no será posible sin un aumento del presupuesto. ¿Entrará la Generalitat? Después del globo sonda lanzado con el desbloqueo de la antigua línea 2 de Metrovalencia, inacabada y llena de matorrales, es hora de que la Administración autonómica se implique más en el transporte público metropolitano.

Los cambios previstos en la EMT, que deben discutirse todavía con las asociaciones vecinales, no serán posible sin más recursos. Ya es tradicional que el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, camine sobre el filo de la navaja por los riesgos que toma (en este caso para los usuarios de los usuarios) pero hacerlo con el mismo presupuesto que el actual sería un suicidio. De momento, Grezzi debería dedicarse a gastar las inversiones que tiene aprobadas sin tocar.

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