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UN AYUNTAMIENTO EN LA CACHARRERÍA

UN AYUNTAMIENTO EN LA CACHARRERÍA

Cap i casal ·

Vecinos y comerciantes reclaman una coordinación en las obras del centro de difícil solución para el tripartito

Paco Moreno

Valencia

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Lunes, 15 de enero 2018, 10:28

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Bueno, pues ya hemos llegado al año decisivo del mandato. Si 2015 fue el del aterrizaje, para después empezar a mover los temas y un ejercicio más para las rectificaciones habituales de un gobierno formado por tres partidos, ahora llega el momento de la verdad, cuando hay que empezar a asumir obras propias de envergadura después de finalizar las que dejó a punto el Partido Popular. Y la reforma del entorno de la Lonja y de la plaza de la Reina se plantean como las más ambiciosas, siempre con permiso del mimado Cabanyal.

La reunión del alcalde Joan Ribó con representantes de las 14 asociaciones para hablar de la falta de coordinación entre las concejalías, dejó a los presentes estupefactos por la falta de concreción del primer edil, la ausencia de los ediles responsables y hasta un asomo de reto lanzado por Ribó al hablar de los compromisos electorales y de quién vota a qué partido. Nada de nada, salvo retrasar la reforma de la plaza de la Reina hasta el verano (que será después) y adelantar la de la plaza del Ayuntamiento a 2019 (a día de hoy, una quimera).

La guinda del amargo pastel fue la presentación de las tres propuestas escogidas por la Conselleria de Obras Públicas para elegir una con la que rediseñará el entorno de la Lonja y el Mercado Central. Más zonas de carga y descarga, acceso directo desde la calle al sótano del mercado (lo que no se hará) y, en definitiva, facilidades para los clientes y los casi 50.000 kilos de productos diarios que se venden en los puestos del mayor recinto de fresco de España, que se dice pronto, y que además es una maravilla arquitectónica.

Y aquí es cuando me acuerdo del elefante y la cacharrería y de si un Ayuntamiento es capaz de responder a las peticiones de estas asociaciones cuando falta un año y medio para las elecciones municipales, con algunos socios (València en Comú) derivando claramente hacia un discurso diferente de Compromís y PSPV. Dejo aparte las capacidades personales para sacar adelante los proyectos porque eso se presume que está garantizado.

Ya sé que es complicado coordinar obras, pero es que el argumento es bastante razonable. El aparcamiento subterráneo de la plaza de la Reina no debe estar ni un día cerrado si no está antes abierto el de la plaza de Brujas. Eso es lo que piden los comerciantes del centro para garantizar la accesibilidad de sus clientes.

No es que no se fíen del Ayuntamiento, es que se juegan su dinero. Y tiemblan después de leer cosas como la circular de CCOO a sus afiliados en la EMT al hilo de la próxima remodelación de líneas. Llegan tiempos oscuros, repletos de broncas de los clientes, avisa el sindicato.

El ejemplo al que todos aluden para alcanzar el consenso necesario es la reforma de la plaza Redonda. Se habló de todo y durante el tiempo que hizo falta antes de tocar un solo ladrillo. Pero la jornada en la Lonja cuando se presentaron las tres propuestas resultó casi tempestuosa por las objeciones planteadas.

Queda todavía mucho para que veamos acabadas estas obras, por lo que lo más importante es planificarlas con calma. El alcalde dijo en la Lonja que es partidario de que los vecinos puedan opinar, pero se trata de que las propuestas tengan algún efecto. El concurso para acabar el aparcamiento de la plaza de Brujas está en marcha, por lo que se ignora cuándo acabará y podrá adjudicarse. La dirección de obras ni siquiera ha llegado a ese momento. Y de la plaza de la Reina, está ahora en plena elaboración el proyecto, por lo que su ejecución siguen en pañales.

Malos números para llegar a 2019 con todo terminado. Me conformaría con que todo estuviera consesuado, lo más importante de este asunto. Todo lo contrario de lo que sucede en algunas iniciativas también competencia en parte del Ayuntamiento, como la gestión de la Marina, los accesos a Valencia, la gestión del tráfico y hasta la recuperación del barrio del Carmen, donde se esperaba mucho más de este gobierno.

La Federación de Vecinos no ha parado de dar avisos todo el mandato: es necesario sacar adelante asuntos pendientes en los barrios desde hace demasiado tiempo. Sólo hago un apunte del barrio de Cruz Cubierta, donde la asociación de vecinos trabaja en una encuesta a más de 200 vecinos sobre lo que opinan de la limpieza, arbolado, alumbrado, seguridad ciudadana, etc. ¿Adivinan el resultado? La mayoría aseguran que están peor que antes.

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