Borrar

TUVIMOS UN ÁNGEL

Mª ÁNGELES ARAZO

Domingo, 25 de marzo 2018, 12:14

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cuando a uno se le solucionaba fácilmente cualquier problema laboral, sobre todo si era ascendido, se decía que tenía suerte o que contaba con un 'padrino'. Ya se había desterrado lo de afirmar la ayuda del ángel, porque tiempo atrás eran los ángeles quienes propiciaban las circunstancias favorables para que así ocurriera.

Los ángeles eran esas mágicas criaturas pintadas en láminas de colores que cubrían con sus alas a los niños que cruzaban puentes. Láminas que hoy se encuentran en librerías de lance. Las láminas desaparecieron, como los ángeles. Valencia tuvo uno, muy hermoso y diligente en los casos de peligro. Según Escolano, a él se atribuyó finalizar con la peste en 1395, atendiendo a los ruegos de los regidores municipales.

La fiesta se conmemoró cada año a partir de 1446, pero cuatro siglos más tarde, en 1846, Francisco Carbonell, jefe político de la ciudad, la suspendió y mandó quitar su imagen de calles y plazas.

Además de las categorías angélicas, con dos, cuatro y hasta seis alas, los pintores divulgaron a estos seres capaces de quitar preocupaciones, como al bendito San José, a quien siempre se le aparecían en sueños, o a San Elías, para recordarle que tenía que comer y no morirse de hambre, según el magnífico lienzo de Dick Tours (iglesia de San Pedro, Lovaina). Por otro lado los convirtieron en músicos, con liras, flautas, salterios, chirimías, aros de sonajas y laúdes. Buen ejemplo de esta misión la tenemos en los ángeles de la Catedral de Valencia, pintados por Pagano y San Leocadio y reencontrados en las obras de restauración.

En el mundo del arte también aparecen ángeles como duendecillos que ayudan en las tareas domésticas, a los que Durero inmortalizó en el delicioso cuadro de la 'Virgen con Niño' (Gemáldegalerie, Dresde); o los presentan con alas de mariposa y jugando con guirnaldas, como Mantenga en el Palazzo Ducal de Mantova.

Menos mal que la iconografía se mantiene como decoración turística, porque la fe en los ángeles se perdió. El de Valencia fue el principio del fin...

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios