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Como en la fábula, el lobo ha llegado y el Valencia Club de Fútbol tendrá que pagar casi 24 millones de euros entre sanción e intereses por las ayudas que recibió del Instituto Valenciano de Finanzas y que la Unión Europea calificó de ilegales en julio de 2016. Para resumir, Bruselas consideró que la entidad de Mestalla se benefició de unas ayudas públicas que le permitieron concurrir al mercado de fichajes en unas condiciones que sin esa inyección económica no hubiera podido. Una aportación que, según la comisión de la Competencia, rompe el criterio de igualdad entre los clubes. El bofetón al Valencia es sonoro y esperado. De hecho, el presidente del IVF, Manuel Illueca, ya apuntó en una entrevista en este periódico días después de conocerse la sanción que los clubes afectados -Valencia, Elche y Hércules- tendrían que pagar porque la Generalitat no se podía saltar la ley, recordó que la historia era una herencia del PP y que no existía un afán recaudador: «La Generalitat no quiere enriquecerse a costa del Valencia». La bicefalia del Consell, que encarnan Ximo Puig y Mónica Oltra, ha expresado cada uno a su manera que si hay que pagar el Valencia tendrá que hacerlo. Tras un pleno del Ejecutivo autonómico, la vicepresidenta ejerció de portavoz: «El Consell recuperará hasta el último céntimo de las ayudas ilegales al Valencia». Tantos palos cayeron sobre la cabeza de la lideresa de Compromís que a los días tuvo que suavizar su discurso. Al Molt Honorable President Ximo Puig, que se llegó a llevar de vuelta a Layhoon Chan por Morella para limar asperezas, el tema del Valencia le quita el sueño. Con el fútbol hemos topado a un año de las elecciones. El gol influye a la hora de acudir a las urnas y a este paso sólo falta que le acusen de no ayudar al Valencia por ser del Real Madrid. Ya se sabe que en este mundo la irracionalidad es el pan de cada día. El Valencia y el Consell han topado con la 'sargento' Vestager, la comisaria europea que ha sido capaz de poner en vereda a gigantes como Google y Amazon. Almunia era un bendito en comparación con la danesa, para la que el Valencia no es más que un problema menor. La Generalitat, en todas sus voces ofrece apoyo y buenas palabras para el club, pero para valorar la realidad no hay más que leer la cuenta general del IVF donde dice que los clubes sancionados, sin entrar o no en la (in)justicia de la decisión, tendrán que pagar porque así lo dice la ley. Y el pagano es el Valencia, después de que la UE descartara la responsabilidad de Meriton aunque el Tribunal de Luxemburgo apunte a las promesas financieras de Lim. Aquí esta una de las claves de este asunto. Negro sobre blanco figura el compromiso del magnate de ayudar al Valencia y ahora le ha llegado la oportunidad de demostrarlo. Como se suele decir: «Això ho pague jo!»

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