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MANCHESTER Y VALENCIA

RAMÓN PALOMAR

Miércoles, 24 de mayo 2017, 01:09

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Cualquier atentado nos provoca un espasmo en el corazón, pero al escuchar las primeras noticias y averiguar que el bombazo criminal estalló en Machester, la sensación de angustia se refuerza porque la historia de Manchester y Valencia, en los terrenos de jolgorio musical, caminaron parejas durante los ochenta y noventa. De hecho, se llegó a decir que Valencia era la Manchester española. Ambas ciudades conocieron un tiempo burbujeante de música en directo, primero, y pinchadiscos que marcaron el ritmo, después. En ambas urbes la mocedad acudía para bailar sobre las pistas estimulada por las pastillas que inyectaban felicidad artificial y energía. El desacato primaba y la peña se lanzó al ruedo con verdadero frenesí. Claro, en Manchester, fieles al práctico espíritu sajón, supieron rentabilizar mejor que nosotros aquella fiesta. En lo musical ofrecieron bandas formidables como The Smiths, The Fall, Happy Mondays (autores de uno de los mejores timos a una discográfica) y, sobre todo, Joy Division, cuyas influencias han alcanzado nuestros días gracias a las letras oscuras de Ian Curtis. En templos discotequeros, sin embargo, les superamos. Manchester contó con la mítica The Hacienda, pero nosotros forjamos leyenda con Barraca, Chocolate, Spook, Puzzle y otras. La movida de Manchester inspiró una divertida, ácida película, que reflejaba aquel ambiente libérrimo y engolfado. La movida valenciana nos la cargamos nosotros mismos, como suele ser habitual. Ibiza recogió el testigo y ahora los millonarios ávidos de marcha derraman allí su pastizal mientras nosotros nos sorbemos los mocos y aquellas discotecas nuestras se derrumban. Manchester acaba de sufrir el zarpazo fanático. Podía haber sucedido en Valencia porque nadie está a salvo de estos asesinos. Estuvimos hermanados. Su dolor es el nuestro.

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