Borrar
Urgente Herida una persona por la caída de un árbol en la plaza del Mercado de Valencia

VIOLENCIA EN EL FÚTBOL

PABLO SALAZAR

Sábado, 13 de mayo 2017, 00:42

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Me llama un señor de Benetúser, muy cabreado (en general, la gente está muy enfadada), y me dice que me lee todos los sábados en Deportes y que me estoy metiendo siempre con el Real Madrid, que por qué me meto tanto con el Real Madrid, que ya está bien de meterme con el Real Madrid, que está más que harto de que me meta con el Real Madrid, y tras aclararme -por si me había quedado alguna duda- que él es del Real Madrid (comenzaba a sospecharlo), me hace ver que luego no querremos que haya violencia en los estadios pero que yo fomento la violencia entre los aficionados con mis artículos sobre el Real Madrid. Yo le intento replicar que no siempre escribo del Real Madrid, que suelo hacerlo más del Valencia que para eso es mi equipo (le aclaro, por si le quedaba alguna duda, que yo es que soy del Valencia, aunque él también empezaba a sospecharlo), y que si hablo mucho del Real Madrid es porque las televisiones nacionales, las radios igualmente nacionales y la prensa no menos nacional sólo hablan del Real Madrid y del Barcelona, ignorando a todos los demás, y que lo único que hago es dejar constancia de mi discrepancia hacia ese pensamiento único que ha reducido el fútbol español a la competencia entre dos clubes, como si los demás sobraran y molestaran. Pero, le explico, no creo que con mis escritos yo fomente la violencia en los estadios, las agresiones entre aficiones, los insultos y los malos modos, porque procuro escribir siempre con respeto, haciendo uso -con mejor o peor fortuna- de la ironía, riéndome eso sí de los futbolistas pintarrajeados pero nunca de las instituciones, de las entidades, de los sentimientos, que dejo al margen. Ni que decir tiene que no logro convencer al lector, algo que, por otra parte, ya suponía que iba a pasar. El caso es que días después contemplo la celebración del gol de Isco por parte de Cristiano Ronaldo, mandando callar a la grada, ese gesto que ya han utilizado otros futbolistas y que es una evidente provocación a los aficionados, una chulería innecesaria, una mala manera de festejar un éxito. Y me acuerdo (para que no diga mi interlocutor telefónico que sólo me meto con el Real Madrid) del barcelonista Neymar encarándose a la grada de Mestalla, o viajando en el tiempo me viene a la memoria el valencianista Leandro a cuatro patas en un córner del Calderón como un perrito que hace pis tras marcar un tanto a los colchoneros. O pienso en los inmensos tifos con mensajes dirigidos al equipo rival, que no ensalzan los valores propios sino que marcan distancias con el contrario, o, por hacer crítica de la profesión, de esas mal llamadas tertulias deportivas que no pasan de ser desahogos de un grupo de hinchas en la barra de un bar. Ahí sí que me parece que se fomenta la violencia, aunque igual estoy equivocado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios