Los textos de la carta para esta sección no deberán exceder los 800 caracteres. Deberá figurar el nombre y apellidos del autor, dirección, teléfono y DNI. I cartas@lasprovincias.es I C/Gremis, 1. 46014 Valencia I Fax: 963 590 188
ENRIQUE RINCÓN DE ARELLANO
Miércoles, 25 de enero 2017, 00:23
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Siendo francófono total por la Ley de Educación de 1953 y por mi formación en la Suiza francesa, siempre he admirado el respeto, la libertad y la educación que se respiraba tanto en Suiza como en Francia. También es cierto que el desprecio que despertábamos en Francia los españoles en los 60 cambió en poco tiempo a la admiración por España debido al ejemplo que dimos al mundo con la modélica transición a la democracia. El respeto y la educación que se respira y palpa en dichos países no ha cambiado. Allí, cuando estamos conversando interrumpiendo el paso en una acera y se aproxima alguien, es éste quien pide disculpas y se desvía para no molestar. Es justo lo contrario de lo que ocurre al menos en Valencia, donde se ven situaciones diariamente como la que presencié hace unos días : una señora cargada de años y peso que portaba dos bolsas del super debió detenerse con su andar cansino y arrimar su espalda a la fachada de la finca en una acera estrechada por una terraza para que dos mujeres jóvenes que portaban un bebé en un carrito prosiguieran su marcha sin inmutarse y ni siquiera agradecérselo. Y cuando van ustedes andando por una acera y se encuentran de frente a dos, tres o más personas jóvenes, ¿no les pasa que son ustedes siempre los que tienen que echarse a un lado para evitar la colisión? La educación para la ciudadanía que quieren reinstaurar debe incluir un capítulo sobre urbanidad.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.