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LA TRADICIÓN DEL PORRAT

MANUEL ANDRÉS FERREIRA

Jueves, 12 de enero 2017, 00:01

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Cuando hablamos de porrat lo hacemos de, quizá, una de las tradiciones valencianas más antiguas. Dice nuestro refranero que dels porrats de giner, Sant Antoni es el primer, lo que significa que en la festividad de San Antonio Abad, que la ciudad festejará el próximo día 17, se celebra el primero de los porrats valencianos, que son varios y se suceden a lo largo del año: el de San Vicente Mártir, el de San Valero, el de San Blas y, en el mes de diciembre, y cerrando ciclo, el de Santa Lucía.

Remontarse a la historia del porrat es, como casi siempre en Valencia, viajar al subconsciente colectivo del valenciano, que lo atribuye a los moros. El cronista Juan Luis Corbín lo corrobora y anota que algunos historiadores atribuyen el origen del porrat a cosas de los moros, a propósito de que parece ser que el garbanzo tostado -torrat o porrat- formaba parte del menú de las celebraciones de los musulmanes valencianos, especialmente en las bodas a modo de tributo a las novias, conocida la preferencia musulmana por los frutos secos. Por su parte, el escritor del mil ochocientos Pascual Pérez y Rodríguez remonta la costumbre de vender porrat nada menos que a la época de los romanos, y dice que Horacio, en su Epístola a los Pisones, menciona la costumbre de aquellos de comprar garbanzos tostados como golosina.

El porrat entra propiamente en la tradición valenciana con motivo de la Conquista por Jaume I y las fiestas del día de Sant Donís. El cronista Luis Cebrián Mezquita atribuye el porrat a los primeros tiempos de esta celebración y reseña que en la festiva fecha había costumbre de obsequiarse con xufes, tramusos, fabes bullides, armelles y ciurons torrats, tradición que varió, en cuanto a los productos objeto de obsequio, en el día de Sant Donís, pero que arraigó y se extendió, tal cual, a otras festividades, especialmente en las populares festes de carrer que celebraban los bulliciosos barrios de Valencia y que en la actualidad sobrevive en contadas festividades gracias al esfuerzo y constancia de sus vecinos.

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