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Museo del Ferrocarril

¿Dominarán las ideas del Ayuntamiento o las de la Generalidad...?

F. P. PUCHE

Jueves, 12 de enero 2017, 00:02

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Pequeña? Me arrepiento de haberlo escrito. La frustración ferroviaria del Parque de Marxalenes es muy grande. Que aparezca en las guías, en las webs y los blogs, que Valencia tiene un museo ferroviario en el Parque de Marxalenes es una verdadera estafa. Que esta vez no es achacable al concejal Grezzi, porque procede de los años dorados, del tiempo feliz, hacia 2003, en que todo era posible de la mano de Francisco Camps y Rita Barberá, cuando se configuró un pequeño y entrañable museíto del trenet en ese edificio nacido para albergar varias locomotoras donde fueron colocados ocho o diez paneles con la historia de la vieja CTFV y una simulación de vagón.

Los cristales todavía lucen locomotoras como decoración. Pero el edificio es ahora el bar del 'Centre d'Activitats per a Persones Majors de Marxalenes', solución que puede consolar, porque es mejor eso que un cierre, pero que no resuelve, porque cada cosa tiene que estar en su sitio y ha de haber lugar para todas.

Mientras tanto.... En unas naves de Torrent hay más de sesenta piezas ferroviarias y tranviarias, unas restauradas y otras a falta de barniz, esperando que la Generalitat nos diga que, si bien no puede terminar la línea T2, sí puede perfilar ese necesario Museo del Ferrocarril de Valencia del que se viene hablando casi desde que la autonomía tomó la responsabilidad de los ferrocarriles de vía estrecha. Porque voluntad hay mucha, pero 'espenta', lo que se dice decisión, muy poca. Mucha menos, desde luego, que los recelos que se ve que infunden las entidades que, como la Federación de Amigos del Ferrocarril, están dispuestas a colaborar, abiertamente, con el proyecto.

Porque la propuesta que elaboraron estos especialistas para utilizar como museo y taller de restauración la nave número 4, del arquitecto Demeterio Ribes, en ese Parque Central que se va recobrando poco a poco, ha sido descartada por el Ayuntamiento según publicamos hace ya unos meses. Amigos del Ferrocarril entiende, con lógica aplastante, que el Museo del Ferrocarril debe estar cuanto más cerca mejor de las instalaciones ferroviarias, pero nuestras autoridades no están por la labor. De modo que si el Museo del Mar, como veíamos hace poco, está parado porque no se quiere apelar al mecenazgo y la colaboración privada, en el Museo del Ferrocarril, más de lo mismo: desdén.

¿Será realidad el Museo en Torrent, donde ya hay obras de adaptación o en el Parque Central de Valencia? ¿Dominarán las ideas del Ayuntamiento o las de la Generalidad...? Como casi siempre, como ocurre también con el Museo del Mar, como suele ser costumbre en esta Valencia atascada, hay un tercer personaje que lo complica todo un poquito más: la Universitat. Sin ella, que quiere que todo sea público, todo esté muy completo y todo sea muy caro, nada se puede hacer. Se le llama para todo, moja en todos los platos, ralentiza y burocratiza. Y en esas estamos, que si son galgos o podencos. Esperando...

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