Borrar

Golfería entre pelotazos

DIEGO CARCEDO

Martes, 6 de diciembre 2016, 23:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El escándalo global de la golfería que existe en los tejemanejes del fútbol lleva tiempo apuntando maneras pero no acaba de despegar en toda la intensidad que promete. Estos días asistimos a las maniobras financieras de algunos jugadores importados a golpe de millones para escaquearse de tributar a la Hacienda española como deben hacer todos los nativos y residentes en nuestro país. Entre todos les pagamos cantidades desorbitantes por patear con mayor o menor brillantez un balón, algo que de entrada no debería tener especial trascendencia para nuestra sociedad, y ellos nos compensan evadiéndose de tributar para que con sus impuestos contribuyan a mantener las carreteras por las que circulan, los hospitales que atienden a sus 'hooligans' y, con frecuencia, las subvenciones y prebendas públicas que reciben los clubs para poder ficharlos.

Mientras millares y millares de honrados ciudadanos pagan religiosamente el IVA, los impuestos indirectos y directos y las deudas que les depare la declaración de sus modestas rentas, unos cuantos caraduras, aprovechando los servicios de inescrupulosos expertos, siguen acumulando millones de euros en paraísos fiscales sin dejar a cambio otra cosa que no sea el espectáculo de su capacidad circense para mover una pelota sobre un césped de concesión pública que por lo tanto también pagamos los demás.

Casi todo en torno al fútbol huele a corrupción que los aficionados toleran y hasta aplauden con tal de que su equipo preferido gane partidos aunque sea gracias a penaltis injustos o chanchullos de maletines. Los clubs están endeudados hasta las bandas, algunas veces se compran victorias o derrotas, hay árbitros inmorales que se dejan sobornar -no todos por suerte- y el tráfico humano de estrellas deja por el camino comisiones y coimas que nadie audita e investiga adecuadamente ni a nadie parece inquietar.

En este mundo de pelotazos varios algunas veces, viendo los problemas que existen en nuestro país y la incapacidad de los gobernantes para resolverlos, me pregunto si para nuestro futuro colectivo y nuestro bienestar social no sería mucho más práctico que en lugar de derrochar en 'ronaldos', 'messis' o 'mourinhos' importáramos científicos, profesores, técnicos y hasta políticos que puedan ayudarnos a resolver el drama del desempleo o la penuria de nuestro sistema educativo y que no defraudasen a Hacienda.

Para jugar al fútbol bien, despertar nuestra pasión y contemplar buenos y saludables espectáculos en los estadios, tengo la impresión de que en España tenemos excelente cantera de buenos jugadores, buenos entrenadores y. buenos y honrados gestores de clubs. Es una opinión particular, por supuesto. Para el masoquismo que lo impide no tengo soluciones y para la pillería de alto 'standing', tampoco.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios