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EL OTRO RAJOY

ANTONIO PAPELL

Viernes, 28 de octubre 2016, 00:34

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El Rajoy más conocido ha sido el de la legislatura pasada, un personaje prudente y poco resolutivo, gallego de temperamento y de ánimo, poco flexible con los discrepantes y convencido de que la improvisación es imperdonable en política. Sin embargo, ayer, Rajoy mostró su otro rostro, del que apenas teníamos referencias y que coincide más con el que al parecer exhibe en privado: irónico y mordaz, hábil en el cuerpo a cuerpo dialéctico, probablemente capaz de negociar con soltura y por tanto de permanecer en el cargo toda la legislatura. Quizá el episodio que mejor describe a este personaje casi inédito es la irónica respuesta de ayer a Pablo Iglesias tras defender éste la necesidad de las movilizaciones callejeras: Rajoy se preguntó si no se estaría equivocando en algo el líder de Podemos cuando sus seguidores tenían que recurrir a manifestarse fuera cuando él, que era su representante, estaba dentro, en las instituciones.

El Rajoy de la dilatada sesión de ayer es, en definitiva, un presidente del Gobierno con ambición de perdurar y con disposición de hacerlo por el único procedimiento posible: pactando el proceso político con sus socios, algunos estables, otros ocasionales, todos volubles.

Si el talante del líder popular y su buen entendimiento con Ciudadanos presagian la estabilidad, la incógnita estriba en cual será el proceder del PSOE, ayer representado por un portavoz bifronte que defendió la abstención con la misma soltura con que la víspera había defendido el no rotundo. De momento, el PSOE descabezado es imprevisible, lo que entrega momentáneamente el protagonismo de la oposición a Podemos. Aunque por suerte para el socialismo, la radicalidad de Pablo Iglesias, que parece ser el más característico signo de identidad de Podemos, arrincona a los populistas en el extremo del espectro y deja el centro-izquierda vacante. Si el PSOE consigue volver a ocuparlo, podríamos tener una legislatura creativa, con pactos de Estado y avances sustantivos en el proceso pendiente de modernización de este país.

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