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'Hooligans' en la política

JOSÉ-ANTONIO BURRIEL

Lunes, 3 de octubre 2016, 23:47

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Que los militantes de un partido político vivan con pasión los avatares de su partido es lógico, por algo son militantes, forman parte del mismo, son su columna vertebral. Y que los militantes de un partido político sean fans de este o aquel líder, también entra en el mundo de la lógica. Y también que acudan a apoyar al líder cuando este lo reclame o lo pida. Pero los militantes de un partido, seguidores de este o aquel líder, deben tener siempre muy presente el respeto a la libertad de opinión de otros militantes, que es tan legítimo como el suyo. No hacerlo así da a entender que no han comprendido lo que es la democracia. Y no digamos nada si los militantes se comportan como algunos hooligans de equipos deportivos,

Consideraciones que me han surgido al contemplar el espectáculo -bochornoso a mi parecer- de los militantes del Partido Socialista en la calle Ferraz en los inicios del Comité Federal. Comprendo que quisieran apoyar a quienes piensan igual que ellos, a quienes en su opinión están en la verdad de lo que se debe hacer. Pero ni existe la infalibilidad ni son de recibo los insultos a quienes opinan lo contrario. Tales insultos llevan a pensar que viven la democracia cual si ésta fuera una dictadura, aunque suene raro lo que escribo.

Respeto hasta los tuétanos la libertad de pensamiento y de opinión en lo político, como no podía ser menos. Un respeto que no tiene otro límite que el respeto a la legalidad existente. Pero no existe verdadera libertad si no se respeta la libertad de los demás. Y el insulto, la descalificación grosera y otros desmanes, no son signos de libertad. Y me da igual que sean militantes de este o aquel partido, a fin de cuentas son ciudadanos y como tal deben comportarse.

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