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La oferta universitaria de Valencia, un puzle difícil de encajar

La reorganización anunciada por Educación sigue sin presentarse y la Comunitat tiene 40 carreras repetidas en tres o más centros académicos

Joaquín Batista

Valencia

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Domingo, 20 de mayo 2018, 20:17

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El curso 2017-2018 enfila su recta final y miles de alumnos deben tomar una decisión crucial: qué carrera estudiar. El abanico en la Comunitat es muy amplio, con ocho universidades presenciales, cinco públicas y tres privadas. El mapa de titulaciones que se dibuja abarca desde grados clásicos hasta las últimas tendencias como los estudios de Gastronomía o de Ciencia de Datos. Y también desliza que cada universidad ha seguido su camino a la hora de definir su oferta, basándose en las previsiones de demanda, manteniéndose la duplicidad de carreras de años anteriores o la existencia de títulos con una ocupación bastante inferior a las plazas de nuevo ingreso. Síntoma de que pese a las intenciones políticas de regular la oferta, mostradas tanto en la etapa popular como en la actual, estas no se han materializado en un pacto global.

En abril de 2016 la Conselleria de Educación anunció que crearía un mapa de titulaciones, un acuerdo con las universidades públicas y privadas que sirviera para prevenir la saturación de determinados sectores como el de la enseñanza. Se hablaba de evitar la «sobreoferta» y garantizar «una formación de calidad» y unas «expectativas favorables de inserción laboral». Pero nada nuevo se sabe de la medida y las universidades ya tienen diseñada su oferta para el ejercicio que viene.

En cuanto a la duplicidad de títulos, contando las ocho instituciones, hasta este curso hay 40 grados y dobles grados que se pueden cursar en tres o más universidades. Hay casos que mantienen lógica territorial -lo imparte un centro por provincia- pero en otros muchos los alumnos tienen varias opciones para elegir sin moverse demasiado. Incluso en la misma ciudad disponen de oferta pública, centros adscritos y facultades privadas para elegir.

El caso más extremo es el de Administración y Dirección de Empresas, presente en las ocho universidades. Algo parecido sucede con Derecho (7) y con el doble grado que combina ambos títulos. Sin embargo, donde más han alzado la voz las organizaciones profesionales ha sido en el ámbito de Ciencias de la Salud. Pasa con Medicina, con la Conferencia de Decanos y las asociaciones de alumnos en contra de la apertura de nuevas facultades, entre ellas la de Alicante, y con advertencias de que se fomentará el éxodo de profesionales y se acentuará el desfase entre titulados y plazas MIR.

Odontología

Lo mismo ha sucedido en el caso de Odontología, que se puede cursar en cuatro universidades valencianas. Un informe de la Organización Colegial de Dentistas publicado a finales de 2017 alertaba de «una clara desconexión entre la demanda de estudios y las necesidades del mercado de trabajo». Por ejemplo, decía que 115 titulados de toda España realizaron en 2002 los trámites para establecerse en otros países (10,86% de los egresados), cifra que en 2015 se elevó a 606 (34,78%).

Remontándose más en el tiempo, en 2012 el Consejo de Enfermería de la Comunitat lanzó una advertencia sobre la necesidad de planificar las plazas universitarias de acuerdo con las perspectivas reales de empleo, una reflexión muy similar a la defendida en su momento por el sindicato mayoritario, Satse.

Un moderno edificio universitario de Valencia.
Un moderno edificio universitario de Valencia. Damián Torres

El caso más extremo es el de ADE, que está presente en las ocho universidades

Cuando la conselleria anunció su mapa se refirió concretamente al caso de Magisterio, cuyos títulos suman año tras año una elevadísima demanda, lo que explica su sobrerrepresentación. El Consejo Escolar del Estado ha advertido en alguno de sus informes de la necesidad de establecer filtros ante la demanda de estudios de formación inicial docente por exceder las necesidades del sistema, y el ministerio ofrece datos que permiten hacerse una idea de la situación. En el caso de los maestros -los que han cursado el grado de Infantil o de Primaria- la estadística dice que en los últimos ejercicios se han titulado, anualmente, cerca de 3.000 alumnos en la Comunitat. La cifra equivale a todas las plazas de la oposición masiva que empieza en junio y a casi un 8% de los funcionarios de carrera en activo. Cursando los estudios hay unos 12.000.

En términos de empleabilidad, no siempre la duplicidad implica saturación de un sector. Al menos así se desprende de la estadística de inserción laboral de los titulados universitarios del INE, que midió la situación de los licenciados del 2009-2010 en 2014, cuatro años después. Aunque los datos sean antiguos -y el contexto desesperanzador- ayudan a hacerse una idea. En casos como Derecho o ADE la tasa de paro no era muy elevada (12,8% y 18%), y en Ingeniería Informática fue residual (3,8%). Pero en otros títulos sobrerrepresentados se superaba el 20%, como Periodismo (25,9%) o Relaciones Laborales (29,9%).

En junio de 2013, la conselleria entonces dirigida por María José Català firmó con las cinco universidades públicas el acuerdo para la creación del Mapa de Titulaciones, que sigue vigente cinco años después. Perseguía reordenar la oferta coincidiendo con la implantación final de los nuevos grados y másteres que sustituían a las licenciaturas y diplomaturas (el denominado Plan Bolonia que buscaba dar uniformidad a los estudios superiores en la UE). El problema se debió a que el ministerio permitió primero la implantación de los postgrados y después los grados, lo que generó desajustes.

Campus de Tarongers.
Campus de Tarongers. Damián Torres

En los últimos cinco años se han implantado 19 títulos, muchos de ellos dobles grados

Teniendo en cuenta que se pretendía una solución de continuidad entre estos estudios -con el máster el alumno se especializa en áreas del grado cursado- lo lógico habría sido proceder al revés. Con intención de ordenar la oferta, el mapa fijó una ratio que debían cumplir las universidades: por cada grado debían existir 1,5 másteres, sin contar los habilitantes, entre otras excepciones permitidas.

Todas las universidades consultadas han cumplido el parámetro, idea que confirma la conselleria tras las comprobaciones realizadas durante varios cursos. Además, de los datos facilitados por las instituciones se deduce que el número total es el mismo después de los diferentes ajustes de la oferta en estos cinco años (346). En cualquier caso, las plazas han dependido de criterios académicos más allá de la ratio.

Como consecuencia del Plan Bolonia se ha disparado el aumento de alumnos en los másteres. Los grupos cada vez se llenan más y son más reclamados por el mercado laboral. Según el VIII Informe Infoempleo-Adecco sobre postgrados, del pasado abril, casi el 40% de las ofertas de trabajo dirigidas a titulados universitarios exigían esta especialización.

En cuanto a grados, el acuerdo mantenía los existentes y fijaba criterios para nuevas creaciones, como demanda mínima o una restricción territorial. Eso sí, se permitían excepciones justificadas.

Desde su aplicación el sistema público ha incrementado sus títulos en un 9,7% (+19). La mayoría son únicos -hay varios dobles grados- aunque se han permitido repeticiones si existía demanda. Además, no obligaba a los centros privados.

LAS NOVEDADES PARA EL CURSO QUE VIENE

  1. Universitat de València

    Ciencia de Datos, la nueva tendencia

La Universitat ofertará el curso que viene un nuevo grado que hasta ahora no existía en la Comunitat: Ciencia de Datos. Dispondrá de 65 plazas. En cuanto a postgrados, la institución apuesta por el máster en Nuevos Periodismos, Comunicación Política y Sociedad del Conocimiento y por el de Sociología Aplicada a Cuestiones Sociales Actuales. Otra novedad es que se reducen las plazas de nuevo ingreso en el grado de Información y Documentación (20 menos). Se trata de una carrera que en los últimos cursos no ha cubierto la oferta y es un ejemplo de la autorregulación del sistema. Es decir, se actúa de motu proprio, sin exigencias de la administración. Además, Matemáticas ganará 20 puestos.

  1. Universidad Miguel Hernández

    Apuesta por la formación en seguridad

La universidad alicantina tiene previsto activar el grado en Seguridad Pública y Privada, que no existe en el sistema valenciano, aunque según explican fuentes de la institución todo dependerá de que llegue a tiempo la autorización. Lo mismo sucede con la carrera en Dirección de Empresas en el Ámbito Digital, que también está a la espera del visto bueno de la Aneca y que se impartirá a través de un centro adscrito. En cuanto a másteres la previsión es poner en marcha un título sobre Auditoría de Cuentas, otro sobre Fisioterapia para el Abordaje del Dolor Neuro-Músculo-Esquelético y uno más que versará sobre Tecnología y Calidad Agroalimentaria.

  1. Universitat Jaume I de Castellón

    Oferta contenida para el nuevo curso

La Universitat Jaume I de Castellón es la única de las cinco públicas que no tiene previsto implantar ningún estudio oficial de grado o máster para el curso que viene, tal y como confirman fuentes de la institución. De hecho sus cifras apenas han evolucionado desde 2013 a 2018, teniendo en cuenta que ha mantenido su cartera de grados estable en 31 títulos, además de un doble grado.

Una de las últimas titulaciones puestas en funcionamiento es única en la red pública, Diseño y Desarrollo de Videojuegos, lo que se ha convertido en un importante polo de atracción de demanda. Para el curso que viene lo implantará Florida Universitaria, que adscribe el resto de títulos a otros centros.

  1. Universitat Politècnica

    Más 'Big Data' y Comunicación

El próximo curso el campus de Gandia implantará un doble grado pionero, pues combina dos disciplinas aparentemente alejadas, de ramas distintas. Se trata de los estudios de Ingeniería de Sistemas de Telecomunicación, Sonido e Imagen más Comunicación Audiovisual, con un total de 15 plazas de nuevos ingreso.

En el campus de Vera la novedad es el grado de Ciencia de Datos, con 75 puestos en 1º. Aunque seguro que los planes de estudios tienen diferenciaciones, se da una situación curiosa: las dos universidades públicas de Valencia repetirán, desde el primer año de implantación, un grado que hasta ahora era inexistente en el sistema valenciano.

  1. Universidad de Alicante

    La 'bomba' de Medicina, a punto de estallar

El proyecto estrella, recuperar los estudios de Medicina tras perderlos con la creación de la Miguel Hernández, va a generar nuevas polémicas. Al rechazo del sector profesional se le suma el académico, y ya ha habido pronunciamientos contrarios desde Elche, Valencia y Castellón. El título sigue pendiente de la verificación de la Aneca. En cuanto a la oferta nueva a partir de septiembre, destacan los grados de Marketing y Gastronomía y Artes Culinarias: una tendencia en ascenso que ya tendrá en la Comunitat tres ofertas distintas: Valencia, Cardenal Herrera y Alicante. También se prevén varios másteres, incluyendo uno sobre ciberseguridad.

Las universidades pierden alumnos con los grados

Una de las consecuencias de la adaptación al Plan Bolonia ha sido la reducción del número de alumnos que cursan grados. No tanto porque exista una menor demanda sino por la reducción de la duración de los estudios, pues en la mayoría de los casos se ha pasado de cinco años de carrera (licenciatura) a cuatro (grado). Ni siquiera la llegada de los másteres ha compensado la balanza. Sirve el caso de la Universitat de València, que representa un tercio del sistema público. En 2013, cuando todavía convivían estudios antiguos y nuevos, había 53.367 alumnos cursándolos, cifra que en 2018 cae a 50.059 (-3.308). En cambio, 'sólo' se han ganado 1.600 estudiantes de máster en el mismo periodo.

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