Una maltratada durmiendo en comisaría

El episodio de la mujer que hubo de dormir sobre las inhóspitas sillas ocurrió este verano. Según el SUP, la mujer acudió a revelar un caso de violencia a la comisaría pasa la medianoche. En esos instantes, sólo había un policía en la oficina de denuncias. Y el caso de la afectada era el tercero de supuesto maltrato. Mientras el funcionario atendía a las otras dos víctimas, «ella tuvo que esperar hasta la seis de la mañana acostada en esos asientos», lamenta el sindicato. Como recuerda el SUP, «de haber ocurrido en el Centro Mujer 24 horas (donde se planea abrir la oficina especializada) la víctima hubiera esperado en un lugar más confortable, rodeada de profesionales sensibilizados y con la posibilidad de ser atendida durante la espera por una asistente social, una letrada o psicóloga».

No es el único ejemplo. La falta de atención las 24 horas en algunas comisarías es otra disfunción que afecta a maltratadas. En distritos como Patraix, Ruzafa o Centro, las denuncias se pueden presentar entre semana, de 8 a 22 horas, y los sábados, de 8 a 15 horas. Fue este día de un fin de semana cuando llegó a denunciar un maltrato una mujer con un niño de cinco años a Patraix. Sólo había un policía en la oficina de denuncias, instruyendo un atestado por la muerte de una persona en la vía pública y otro caso de violencia de género. Eran las dos de la tarde. La mujer tuvo que ser finalmente trasladada en un coche patrulla a la comisaría de Abastos, con atención 24 horas. «Pasadas las seis de la tarde todavía estaba allí», lamentan desde el SUP.