Los incendios provocan el peor inicio de año en los bosques de la última década

Según los datos publicados por la Conselleria de Medio Ambiente, durante el mes de febrero se contabilizaron quince incendios en la Comunitat (una cifra por debajo de la media de la última década que fue de 28,2). Pero la superficie quemada fue muy superior al promedio del periodo con un total de 107 hectáreas afectadas.

Durante los dos primeros meses del año se han quemado 311 hectáreas en los montes de las tres provincias, cuando la media de la última década es de 201 hectáreas. Tan sólo dos incendios han sido los responsables de arrasar el 93% de la superficie asolada en el periodo.

El primero tuvo lugar en la Marjal dels Moros de Sagunto. Quemó 192 hectáreas de este humedal, declarado Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). El siniestro fue intencionado, como la amplia mayoría de los que se producen en la Comunitat. Los bomberos vieron complicadas las labores de extinción por las características del terreno y las condiciones climatológicas.

El fuego quemó 100 hectáreas del parque natural del Prat de Cabanes el pasado mes de febrero. Las condiciones meteorológicas volvieron a dificultar las labores de extinción. El fuerte viento propicio que fuese muy difícil para los bomberos controlar las llamas. El incendio también ha sido declarado como intencionado en la investigación.

Se da la circunstancia de que ambos siniestros se han producido en parajes protegidos de la Comunitat Valenciana. El primero, en una ZEPA y el segundo, en un parque natural. En lo que llevamos de 2018 han ardido más de 400 hectáreas de espacios que gozan de algún nivel de protección ambiental.

Hay que remontarse a 2009 para encontrar un comienzo de año peor. Ardieron 1.000 hectáreas en sólo dos meses. Sin embargo, la tendencia de los últimos años ha sido la contraria, especialmente desde 2015. En 2017 se quemaron 1,62 hectáreas y otras 30 en 2016.

Los datos de marzo parece que van a mantener la tendencia al alza. Las llamas arrasaron 205 hectáreas en el Prat de Cabanes. Este incendio, ocurrido el día 22, ha sido el más importante del año hasta el momento. Frente a ello, en 2017 sólo se quemaron 4,38 hectáreas durante el mes de marzo.

La provincia de la Comunitat más castigada por los incendios durante enero y febrero ha sido la de Valencia, donde se ha registrado el mayor siniestro de los dos primeros meses. Le sigue Castellón, donde las llamas arrasaron un centenar de hectáreas del parque natural del Prat de Cabanes. Alicante ha sido hasta ahora respetada por el fuego, ya que apenas se han quemado cinco hectáreas. Los incendios provocados intencionadamente han sido los responsables de la quema de casi el 95% de la superficie arrasadas por el fuego durante los dos primeros meses del año.

Desde el sector forestal se ha advertido a la Conselleria de Medio Ambiente en numerosas ocasiones sobre la situación en la que se encuentran los bosques de la Comunitat. Tal y como publicó LAS PROVINCIAS, los agentes forestales calificaron de «polvorín» el estado de los montes.

El temor del sector forestal valenciano es que el abandono de bosques en la Comunitat cause situaciones similares a las sufridas el año pasado en amplias zonas de Portugal o que se produzcan macroincendios como los que periódicamente azotan a zonas de California y Australia con resultado catastrófico.