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J. BATISTA
VALENCIA.
Martes, 19 de junio 2018, 00:46
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Los sindicatos Anpe y Satse, de profesores y enfermeros respectivamente, cargaron ayer contra el protocolo de atención sanitaria en los colegios e institutos públicos, una herramienta ideada para permitir que los docentes, previo consentimiento de los padres y autorización médica, puedan administrar medicamentos a alumnos con alguna enfermedad crónica, como puede ser el asma o la diabetes, además de establecer procedimientos de actuación en caso de urgencia.
El Dogv publicó ayer una actualización del protocolo para el curso que viene centrada en cuestiones de procedimiento. Las organizaciones tildaron la resolución de «parche» que no soluciona el problema de la atención de los niños con dolencias crónicas y advirtieron de que se responsabiliza a los docentes de la «administración de medicamentos y cuidados sanitarios sin contar con la formación, competencias y capacidad legal para ello».
De ahí que apostaran por crear la figura del enfermero escolar, instando a padres, profesores y profesionales sanitarios a que la reclamen, tal y como sucede en centros privados o en países como Reino Unido, Francia, Canadá o EE.UU. Además, añadieron, ayudaría a trabajar aspectos como la sexualidad o los hábitos de vida saludable.
La intención del protocolo es normalizar la atención del alumnado durante el horario escolar, por ejemplo, evitando traslados reiterados al centro de salud con la implicación de personal sin titulación específica (los docentes), aunque el protocolo prevé que dispongan de formación en la materia. En cuanto a la «responsabilidad» de administrar medicamentos, tener acceso al botiquín o saber cómo actuar en caso de urgencia, los sindicatos se preguntan si significa que podrán dar fármacos por «varias vías (oral o inyectable) sin haber estudiado ninguna asignatura sanitaria en su carrera». También añadieron que el consentimiento familiar «no supone la suficiente garantía legal en caso de cualquier problema».
En cuanto al botiquín, que no es obligatorio, se recomienda que incluya un torniquete y pomada para quemaduras. Sobre el primero, los sindicatos se preguntan si «conocen los profesores cuánto tiempo se puede aplicar sin que se produzca necrosis del miembro». Y sobre la segunda, advierten de que en la actualidad ni los enfermos pueden aplicarla sin prescripción médica.
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