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Día Internacional de la Mujer en Valencia: Madres e hijas alzan la voz

Madres e hijas alzan la voz

Ocho destacadas valencianas reclaman una sociedad igualitaria en el Día Internacional de la Mujer

Daniel Guindo

Valencia

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Jueves, 8 de marzo 2018, 01:20

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Isabel García y Eva Blasco

«Existen barreras invisibles, es un choque darte cuenta»

«Las mujeres tendemos a culpabilizarnos si no estamos suficientes horas con nuestros hijos, pero es un error». Eva Blasco García (indica su segundo apellido para, precisamente, dar visibilidad a su madre) preside la asociación de mujeres empresarias Evap, dirige una agencia de viajes y fue directora del Instituto Valenciano de la Exportación en Nueva York y la primera española vicepresidenta de la Asociación Europea de Agencias de Viajes. Asegura que no se plantea no desarrollarse profesionalmente. «No me han educado para eso». «Para compatibilizar la vida familiar con la profesional es básico que quieras hacerlo y que te organices», agrega. Por otra parte, en relación al mundo laboral, indica que «sí existen diferencias entre hombres y mujeres en el ámbito empresarial, es un choque cuando te das cuenta». En ese sentido, ejemplifica que, «en un momento dado, no me ofrecieron un puesto de trabajo porque no podía existir un comité de dirección sólo de mujeres, existen barreras invisibles», por lo que cree que ya «se ha concienciado a la sociedad, ahora hay que pasar a la acción». Su madre es Isabel García Vendrell, quien junto con otras dos socias, creó la primera escuela de turismo de Valencia. «Tenía dos hijos y compatibilizar el trabajo con la familia no era demasiado complicado porque entre nosotras nos entendíamos muy bien». Ambas coinciden en recomendar a las nuevas generaciones formación y que «las posibles barreras no se conviertan en freno».

Ana Lluch y Anna Peris

«Hay que conseguir más cotas de representatividad»

«En el ámbito laboral sí que he visto discriminación por género en los puestos de responsabilidad. Es un techo de cristal que las mujeres debemos superar, ya que tenemos que ir consiguiendo mayores cotas de representatividad». Ana Lluch es catedrática de Medicina y jefa del Servicio de Hematología y Oncología del Hospital Clínico de Valencia y señala que «parece que las mujeres tenemos el tiempo dividido entre atender la casa y criar a los hijos y la vida laboral la dejamos en segundo lugar, y esa es una visión errónea». Lamenta que a las mujeres «nos cuesta mucho más demostrar que podemos ser útiles y válidas», y que «para conseguir las cosas el esfuerzo es mayor», por lo que demanda «acabar con esta discriminación de género». Su hija, Anna Peris, trabaja en el sector audiovisual como ‘script’ (encargada de la continuidad de las secuencias) en la elaboración de series de televisión y subraya también la dificultad de las mujeres para acceder a puestos de responsabilidad. «En este sector, las chicas se dedican sobre todo al vestuario y el maquillaje, en el resto son casi todo chicos», resume. Apunta también a las dificultades para conciliar la vida laboral y personal -«si decidiera tener hijos tendría que reorientarme hacia otro sector»- y recuerda que su madre «trabajaba 5.000 horas al día y de pequeños no lo entendíamos, pero después hemos valorado muchísimos lo que ha hecho como trabajadora y como madre».

Pilar Mateo y Jessica López

«Tendremos igualdad real a través del conocimiento»

Pilar Mateo es una de las científicas españolas más prestigiosas -se dio a conocer por desarrollar una pintura para controlar insectos que transmiten enfermedades- que decidió que su tecnología «iba a ser para salvar vidas». Estos proyectos la han llevado a viajar por todo el mundo y pasar largas temporadas fuera de casa -«viví muchos años en la selva de Bolivia», recuerda-, pero para ella su carrera profesional no ha supuesto un problema para su vida familiar. «Mis hijos, desde pequeños, y mis padres se han metido en mi proyecto vital». Por ejemplo, recuerda que su hija, con ocho años, recogía bolígrafos en el colegio para ayudar a los niños, o su madre, a los 80 años, aprendió informática y el uso de Skype para difundir recetas de cocina como cooperante junto a ella. No ha sentido en primera persona situaciones de desigualdad frente a los hombres. «Yo llevaba un arma muy fuerte que servía para salvarles la vida», destaca, pero ha constatado que, en los países del sur, «la pobreza lleva nombre de mujer». Cree que el papel de la mujer en el mundo «ya no tiene marcha atrás» y que para alcanzar la igualdad «aún falta mucho, pero es una cuestión de tiempo». «Llegaremos a tener la igualdad real a través del conocimiento», subraya. Jessica López, su hija, trabaja como asesora jurídica en los proyectos empresariales impulsados por su madre y ha creado su propia línea de cosméticos y asegura que «lo que tiene que evolucionar es la sociedad, no la mujer».

Presen Rodríguez e Isabel Cosme

«En muchos foros sigo siendo la única mujer»

Isabel Cosme es empresaria, vicepresidenta de la Confederación Española del Comercio y máxima representante del textil en Valencia, después de presidir Cecoval durante once años. Sin embargo, reconoce que sigue siendo «la única mujer en muchos foros». «Estoy acostumbrada, pero intento tirar del resto de mujeres», apunta. Isabel tuvo el ejemplo de su madre, Presen Rodríguez, diseñadora y empresaria con más de 50 años de trayectoria y galardonada con el premio EVAP, quien recuerda que, con apenas 20 años, «me casé, pero puse como condición trabajar en mi costura, por es vocacional». En aquel momento, apunta Presen, «incluso para abrir una cuenta en el banco tenían que tener el permiso de tu marido», aunque admite que ha tenido «la gran suerte de vivir del trabajo que me ha apasionado y nunca me he sentido que era menos de un hombre». Isabel, por su parte, tras estudiar Económicas y trabajar para IBM decidió dejar la empresa «para ser la dueña de mi tiempo» y dedicarse al negocio familiar de la alta costura. Mientras su madre llevaba la sección creativa ella se encargaba de la gestión y expansión de los establecimientos. Destaca la importancia de contar con valores como «familia, trabajo, superación y esfuerzo» y subraya que, «si algo ha hecho bien la mujer es conciliar. Tenemos que enseñar a los hombres a hacerlo». Por último, apunta a la importancia de mantener un equilibrio entre los personal y lo profesional. «Eso es lo que nos hace felices».

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