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Detenidas 147 personas en una década por un centenar de crímenes en Valencia

Detenidas 147 personas en una década por un centenar de crímenes en Valencia

Las armas más utilizadas son los cuchillos y las propias manos de los homicidas en las muertes por asfixia o estrangulamiento

JAVIER MARTÍNEZ

VALENCIA.

Sábado, 18 de noviembre 2017, 01:10

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La inspectora Esther Maldonado, jefa del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia, y el criminólogo y psicólogo Vicente Garrido realizaron una radiografía de la realidad criminal en Valencia tras analizar las estadísticas de cerca de un centenar de asesinatos y homicidios cometidos en la provincia en la última década. Un total de 147 personas, 125 hombres y 22 mujeres, fueron detenidas por su implicación en estas muertes violentas tras las pruebas obtenidas en las investigaciones e inspecciones policiales. Estos datos fueron dados a conocer el pasado viernes en el Foro de Justicia y Criminología organizado por el Ateneo Mercantil de Valencia.

La mayoría de los crímenes resueltos por la policía desde 2009, año en el que Maldonado fue nombrada jefa del Grupo de Homicidios de Valencia, tienen su origen o están relacionados con episodios de violencia doméstica o enfermedades mentales de personas que no toman la medicación que les prescriben. Las armas más utilizadas son los cuchillos de cocina, muy fáciles de conseguir en cualquier casa, y las propias manos de los homicidas en las muertes por asfixia o estrangulamiento.

Según las estadísticas de los últimos 9 años, 41 personas murieron apuñaladas, 21 fueron estranguladas o asfixiadas, 12 fallecieron por golpes u otra violencia física y 8 perdieron la vida en crímenes cometidos con armas de fuego. Las restantes víctimas murieron por atropellos u otras causas que no se pudieron determinar con exactitud en las autopsias, aunque los pruebas, indicios e incluso las confesiones de los homicidas desvelaron una naturaleza criminal en los óbitos investigados.

El Grupo de Homicidios de de la Policía Nacional tiene un índice de resolución de casos del 96 por ciento

Maldonado aseveró que para resolver algunos crímenes tuvieron que hacer «mucha labor de campo» e incluso «conocer a la víctima mejor que su madre». El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia tiene uno de los mayores índices de eficacia policial en España con un 96 por ciento de los casos esclarecidos, aunque la inspectora precisó que en este porcentaje están incluidos algunos crímenes resueltos policialmente con la detención de los presuntos autores, que luego fueron absueltos por la justicia, o la identificación de asesinos que lograron escapar y tienen órdenes en vigor de búsqueda y captura. «Si no coges al malo, la familia de la víctima no descansa y a los policías que investigamos nos pasa lo mismo», manifestó Maldonado.

Violencia doméstica

Los homicidios más frecuentes en la demarcación de la Policía Nacional de Valencia, que tiene 12 comisarías en la provincia, son los cometidos en el ámbito de la violencia doméstica, como el que tuvo lugar el pasado domingo en Alzira, mientras que la Guardia Civil «encuentra más cadáveres enterrados», un método criminal utilizado por bandas de delincuencia organizada, debido a que su circunscripción es más rural, según explicó la inspectora.

Durante la entrevista que Garrido realizó a Maldonado ambos destacaron las grandes diferencias entre las investigaciones reales y las ficticias de series televisivas como 'CSI'. «Es muy difícil localizar imágenes de un sospechoso porque las grabaciones de las cámaras de los establecimientos se guardan muy pocos días», aseveró la inspectora, o los sistemas «graban sobre otras imágenes y no se pueden recuperar las que nos interesan», añadió. Garrido afirmó que los expertos policiales confirman en los congresos internacionales que no disponen de la alta tecnología con la que identifican a un asesino en una película o serie de televisión.

El factor suerte también fue analizado por el criminólogo y la inspectora. Garrido recordó un episodio clave en la huida del presunto asesino de las niñas de Alcàsser. Un agricultor facilitó la fuga de Antonio Anglés al tardar dos días en avisar a la Guardia Civil de que lo había trasladado en su furgoneta, bajo amenaza de muerte, desde Vilamarxant a Minglanilla.

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