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Aspirantes antes de entrar al aula, en el campus de Tarongers. j. b.
«Conseguir plaza sería mejor que la lotería»

«Conseguir plaza sería mejor que la lotería»

Muchos participantes asumen que no obtendrán uno de los 327 puestos y se presentan sólo para mejorar posiciones en la bolsa | 31.000 aspirantes, en la oposición de administrativo sanitario

J. BATISTA

VALENCIA.

Lunes, 14 de mayo 2018, 01:27

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Las agujas del reloj todavía no marcaban las doce del mediodía y Fanny, vecina de l'Horta Nord de 35 años, salía del aulario norte del campus de Tarongers con cara de alivio. Había apurado el tiempo máximo para hacer la prueba de la oposición para ocupar una de las 327 plazas de auxiliar administrativo en centros sanitarios -73 minutos- que ayer congregó a miles de personas en diferentes sedes universitarias de la Comunitat. Síntoma de que le había salido bien.

«De las 60 preguntas -tipo test- sólo me he dejado dos sin contestar», explicaba a este periódico. Sin embargo, el sueño de conseguir la plaza no sólo se alcanza con la calificación. «Si no he fallado y consigo nota alta todo dependerá de los méritos. Si hay mucha gente que saca buen resultado y acredita mucha experiencia será muy difícil. Y sería lógico, se han presentado miles de personas», relató la joven, que lleva algo menos de un lustro accediendo a sustituciones de forma intermitente. «Sacar plaza sería mejor que la lotería», sentenció.

La zona universitaria de Valencia presentaba ayer un aspecto propio de entre semana pese a ser domingo, con la avenida de los Naranjos atascada pasadas las nueve de la mañana y con las plazas de aparcamiento más cotizadas que el oro. Aunque sí se abrió el parking más cercano a los aularios el situado frente a la Facultad de Magisterio, una enorme parcela que nunca se llena en un día de clase, permaneció cerrado, lo que contribuyó a las complicaciones.

«Sólo he respondido siete preguntas; con sacar algo me sirve para mejorar puestos», dice un aspirante

Para hacerse una idea, de las 31.648 personas admitidas para la prueba algo más de 18.000 se repartieron entre el campus de Tarongers de la Universitat -se llenaron los aularios norte y sur- y diferentes escuelas del de Vera, de la Politècnica. Hacía años que no se veía una participación semejante en un proceso selectivo, que forma parte de la oferta de empleo público de 2016. La ratio de aspirantes por plaza fue de 97, sin tener en cuenta bajas de última hora y sin discriminar entre los que optaron por los 96 puestos de promoción interna y los de turno libre (231), los más disputados.

Muchos asistentes acudieron con objetivos diferentes al de acceder a la función pública, opción que por lógica suele estar al alcance de interinos con buenos méritos -experiencia y cursos- que combinan con un resultado elevado en la prueba. «Sólo he respondido a siete preguntas que sabía seguro. Con sacar algo más que cero me sirve para mejorar puestos en la bolsa, pues te dan puntos (al menos tres) a efectos de ordenación», explicaba ayer uno de los asistentes. Lo mismo que Patricia, que de madrugada salió de Xàtiva para llegar a tiempo. «No la he visto muy difícil para la gente que haya estudiado», señaló a la salida.

También había aspirantes que llevan años preparando oposiciones de otras administraciones, pues la nota obtenida (salvo que sea un cero) da puntos para entrar en la bolsa. Y parte de los temas son comunes, como los referidos a normas básicas como las de Procedimiento Administrativo, Contratos o la del Estatuto del Empleado Público. «Aprobar sí, notaza no», decía una aspirante que encaja en este perfil y sin experiencia en el sector sanitario, por lo que el ejercicio de ayer le abre la puerta a la interinidad. «Siempre es bueno estar en bolsas», señalaba, antes de apuntar que, el día que consiga la plaza seguirá estudiando para llegar a la categoría de técnico. Eso sí, aprovechará «para leer cosas normales, por placer, y menos normativa».

En cuanto a incidencias, desde el sindicato Csi·f, que montó un stand en la zona para informar y ayudar a los participantes de cara a la entrada a las sedes, apuntaron que las principales quejas trasladadas se referían al «hacinamiento» en las aulas y al «escaso» servicio de la EMT.

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