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La cifra de inmigrantes expulsados cada año equivale a 16 rescates como el del 'Aquarius'

El Gobierno retorna a casi 10.000 'sin papeles' y a 9.000 les impone el regreso en puestos fronterizos

J. A. MARRAHÍ

VALENCIA.

Miércoles, 20 de junio 2018, 01:23

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Las cifras globales que maneja el Gobierno de España sobre la inmigración ilegal revelan algunos datos paradójicos. El mismo día en que España abría sus fronteras por razón humanitaria a los inmigrantes del 'Aquarius' en el puerto de Valencia estaba dando la 'patada' de regreso a una media de 30 inmigrantes en situación irregular. Y buena parte de esos retornados también se había jugado la vida en el mar en pateras para alcanzar Europa a través del litoral español.

Los datos proceden del último balance 'Lucha Contra la Inmigración Irregular' del Ministerio del Interior, correspondiente a 2016. En ese periodo casi 10.000 inmigrantes fueron repatriados a sus países por estancia irregular en nuestro país. Es un número equivalente a 16 salvamentos como el del 'Aquarius'. Además, otros 9.000 fueron repatriados por la denominada denegación de entrada. «Son las personas rechazadas en los puestos fronterizos habilitados, como puertos y aeropuertos», aclaran desde Interior.

A la luz de las macrocifras, la invitación a los 629 para desembarcar en Valencia, más allá de su innegable valor solidario y la situación desesperada del 'Aquarius', no pasa de ser un mero gesto si no va acompañado de cambios en la maquinaria legal. Por ejemplo, del grupo de inmigrantes que saltaron la valla o se la jugaron en el 'kayuko' España repatria cada año a casi 4.200. Son las llamadas devoluciones, concebidas para «personas que trataron de entrar en España por puestos no habilitados como fronteras».

La Comunitat alcanza un récord de solicitudes de asilo, pero sólo se le concede a un tercio

Y por último están las expulsiones: algo más de 5.000 en un año. Según Interior, en este grupo entran los «repatriados en virtud de las causas recogidas en la Ley de Extranjería, a través de expedientes administrativos derivados de la estancia ilegal en España». Interior contabilizó en 2016 más de 4.800 expulsiones cualificadas, aquellas que corresponden a «extranjeros reincidentes, autores de hechos de especial violencia o gravedad, terroristas y presos a los que se les sustituye la pena, están en prisión preventiva o concluyen su condena.

La otra cara de la moneda es la de aquellos inmigrantes que logran afianzar su estancia en España tras solicitar protección internacional. La Comunitat cerró el año pasado con 2.300 solicitudes de asilo, la cifra más alta de su historia reciente. La región es quinta de España en solicitudes de protección por detrás de Madrid, Cataluña, Andalucía y Melilla. Así lo indicó a Europa Press el coordinador de la Comissió d'Ajuda al Refugiat del País Valencià (CEAR-PV), Jaume Durá, en la presentación del informe 'La situación de las personas refugiadas en España y Europa'. En el encuentro estuvieron presentes algunos refugiados que la organización ha acogido a lo largo de los últimos años.

En la Comunitat, al igual que sucede en el conjunto del país, los principales solicitantes de asilo provienen de Venezuela, donde no es necesario disponer de visado para llegar a España y pedirlo. Le siguen Siria, Colombia, que también está eximida del citado documento, Ucrania y Palestina.

Necesidad de visado

El coordinador de CEAR criticó que los inmigrantes de países como Siria, Palestina, Sri Lanka o Senegal necesiten visado para poder solicitar asilo en España. Si ocurriera como en Venezuela o Colombia, denunció, «no tendrían que jugarse la vida».

Durá criticó que de las más de 31.000 solicitudes que recibió nuestro país el año pasado sólo se han resuelto algo más de 13.000. Y sólo uno de cada tres solicitantes recibió algún tipo de protección. Se expidieron casi 600 estatutos de refugiado y más de 4.000 protecciones subsidiarias. «Al resto, aproximadamente un 65%, se le negó cualquier tipo de protección y quedaron en situación irregular», señaló.

CEAR cuenta con 260 plazas de acogida repartidas por Valencia, Cullera, Sueca y Alicante, pero indicó que la organización hará un «esfuerzo en breve» para abrir más y atender «a cualquier persona refugiada, en especial las que han llegado a Valencia tras el rescate del 'Aquarius'. «Queremos abrir 30 plazas más rápidamente y después un número mayor para pasar a tener unas 300» en toda la región. Estas plazas, las que tenemos y las que vamos a abrir, son del ministerio, que decide quién las ocupa. Pueden entrar personas que han venido en el 'Aquarius' u otras que están esperando en el sistema de asilo», expuso Durá.

El repunte de las pateras

Entre las continuas expulsiones y escasas concesiones de asilo, España vive hoy un preocupante repunte de pateras. Según los datos más recientes de Interior, hasta el pasado 31 de mayo habían llegado a España más de 8.000 inmigrantes por vía marítima, el doble que el año pasado en el mismo periodo. De ellos, 7.500 han entrado por el litoral de la península con 314 pateras.

La llegada de inmigración por vía marítima está llena de altibajos, oleadas que mecen las cifras en función de la crisis económica española o del estallido de conflictos en el norte de África, El Sahel u Oriente Medio. El nuevo milenio se inició con un paulatino incremento en el número de inmigrantes embarcados en 'kayukos' con rumbo a España. En 2006, cuando ya las llegadas tendían a disminuir, marcó un pico histórico que no se ha repetido hasta la fecha: casi 40.000 inmigrantes alcanzaron las costas españolas.

A partir de ahí, caída en picado, en parte por la crisis económica. Fue 2013 el año que marcó la cifra más baja de llegada de extranjeros con 'pateras': poco más de 3.000. En los años siguientes, de nuevo aparece una lenta curva de ascenso que se tornó en montaña el año pasado, en el que arribaron más de 20.000 inmigrantes a bordo de casi 1.200 pateras. La cifra más elevada en una década. ¿El futuro? Complicado. De mantenerse la actual tendencia España acabaría el año con niveles altísimos de inmigración irregular.

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