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Alumnos de un colegio concertado de Valencia durante una clase. damián torres
Los cambios para el nuevo curso agitan los centros concertados

Los cambios para el nuevo curso agitan los centros concertados

El sector exige las mismas mejoras docentes que la red pública y se impulsan campañas de admisión propias tras quedar excluido de la oficial

J. BATISTA

Sábado, 12 de mayo 2018, 00:56

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valencia. Diferentes actores de la enseñanza concertada han levantado la voz en los últimos días contra las novedades y cambios que se aplicarán el curso que viene al considerar que sólo beneficiarán a la red pública, como la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Valencia o el sindicato mayoritario, Fsie. Ayer el sector dio un nuevo paso con un pronunciamiento muy crítico de la Mesa por la Educación en Libertad, que agrupa a las patronales y a organizaciones de trabajadores como USO y Apprece.

La plataforma reclamó el mismo trato para sus plantillas en relación a las mejoras laborales que se aplicarán en septiembre en los centros públicos y cargó contra la planificación que determina las aulas que se crean, mantienen o eliminan.

«Es intolerable que la planificación se haga sin conocer la demanda real de los padres, a los que se condiciona su libertad de elección al cerrar aulas sin dejarles elegir», dijo ayer el portavoz, Vicente Morro. «Se hace un arreglo escolar al gusto de la conselleria con sus necesidades en un municipio o distrito, pero sin contar con la demanda social real de las familias y con su libre elección por un centro público o concertado», resaltó. La crítica se debe a que la decisión sobre la supresión de una unidad es anterior a la admisión. Por lo tanto, si un aula desaparece no se puede ofertar, lo que impide medir su demanda potencial. El sector ha reclamado en años anteriores que esta información también se valore antes de cerrar la planificación. Incluso en otras comunidades existe jurisprudencia en este sentido.

Los centros denuncian que se quedan fuera del aumento de plantilla y de auxiliares administrativos

La mesa también criticó que mientras que el arreglo escolar de la red pública ya se conoce a nivel global, no ha sucedido lo mismo con el de la concertada, y alertó de que las notificaciones -sobre la supresión de aulas- están llegando todavía a los centros de manera individual, por lo que auguró que las alegaciones se resolverán con el proceso de escolarización iniciado, lo que implica que ese aula, inicialmente, no se podrá ofertar.

El segundo aspecto que criticó la mesa se refiere a las diferentes medidas que entrarán en vigor el próximo curso que únicamente beneficiarán a los colegios e institutos públicos, como la dotación de auxiliares administrativos para reducir la burocracia de los equipos directivos o el aumento de plantilla en Primaria, recuperando la figura del tutor para todos los grupos.

«Consideramos que las mismas medidas estrella que están anunciando para la pública deberían aplicarlas a la red concertada porque los ciudadanos, que sostenemos ambas redes con nuestros impuestos, debemos poder elegir libremente», añadió Morro. También se refirió a la exclusión práctica en los planes de formación docente en el extranjero, a la negativa a dotarles de auxiliares de inglés en las aulas, a los planes de refuerzo extralectivos ideados sólo para la pública -que suponen disponer de profesorado adicional-, y al rechazo a que la gratuidad para las aulas de dos años es extienda también a la red privada.

Campaña por Infantil

Si el sector concertado alza la voz, los cambios no son menos importantes en el privado, con la educación infantil de 1º ciclo al borde del levantamiento ante la gran competencia que supondrá, el curso que viene, la gratuidad en las citadas aulas públicas. Desde la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval) se está ultimando una campaña para poner en valor esta oferta «acorde a las necesidades horarias de las familias, innovadora y plurilingüe», en palabras del director gerente, Mariano Vivancos, que adelanta que también se tratará de impulsar acciones conjuntas con la otra patronal «ante la incertidumbre».

Añade además que el borrador de bono infantil genera «muchas dudas». Por ejemplo, el hecho de que la ayuda -parcial para el sector privado en todas las edades- irá directamente a las familias, por lo que temen que pierda el carácter finalista, o que no se sabe si se aplicará a una familia que cambie de una escuela pública a otra privada.

La campaña informativa también servirá para fomentar la escolarización en la enseñanza concertada, medida que ya han puesto en práctica sindicatos como Fsie y USO, que se centran en la libertad de elección de las familias. Desde Escuelas Católicas, por su parte, explican que enfatizarán esta idea en sus comunicaciones a través de redes sociales. Las medidas contrastan con la campaña institucional de la conselleria, que ha focalizado el mensaje en la red pública, algo que ya sucedió el año pasado y derivó en una serie de quejas formales.

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