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Quema de la paja del arroz. Irene Marsilla
El Ayuntamiento de Valencia culpa a los agricultores de la contaminación en la ciudad

El Ayuntamiento de Valencia culpa a los agricultores de la contaminación en la ciudad

Ribó achaca a la quema de la paja del arroz el incremento de la polución aunque en los últimos 14 días sólo se ha producido en una ocasión

Viernes, 24 de noviembre 2017, 20:45

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Joan Ribó ha pasado, en 24 horas, de decir que la contaminación en Valencia «no es para preocuparse» a decir que la nube de polución que cubre la ciudad y ayer obligó a activar el episodio 2 del protocolo municipal es «una situación preocupante». Sirva este cambio de parecer como piedra de toque de la atención con que desde el Consistorio llevan toda la semana vigilando las estaciones de medición de calidad del aire, que volvieron a dar resultados negativos y obligaron a activar un protocolo que únicamente supone aumentar la información en los colegios. No habrá restricciones al tráfico.

El alcalde de Valencia, además, aprovechó para criticar tanto a la Generalitat como los agricultores. «Hemos pedido a la Generalitat que se pongan las medidas adecuadas. Pensamos que la quema de la paja del arroz es la causa, no la circulación de automóviles porque si no se verían partículas de NO2», criticó Ribó, que insitió en que «no parece que tenga mucho sentido» que se queme paja «con la inversión térmica que tenemos». «Esperemos que baje el fin de semana porque están cambiando las condiciones metereológicas», explicó el primer edil.

Sobre el episodio 2 activado, aunque prevé prohibir circular en coche por la ciudad, se va a limitar a «aumentar información a colegios para que se tomen las medidas adecuadas de prudencia porque entre los niños hay muchos con asma. Hay que tomar medidas».

No se prohibirá circular en coche ni aparcar en la zona azul, como se contempla en el protocolo municipal, porque el Consistorio desvincula el episodio del tráfico de la ciudad dado que los niveles de dióxido de nitrógeno no son elevados. Tampoco afectará a la celebración de eventos deportivos en la ciudad, como el partido de fútbol entre el Valencia CF y el FC Barcelona mañana en Mestalla. Sí afectará a las obras de la ciudad. Algunas, como las del Parque Central, recibieron el jueves la orden de regar para evitar la dispersión de partículas y el Consistorio prohibió realizar movimiento de tierras.

Con todo, Ribó no ha querido dejar pasar la oportunidad que mandar un mensaje tanto a arroceros como la misma Generalitat, que el pasado viernes autorizó la quema de paja que se encuentra tras este episodio, según el Ayuntamiento. «Es una situación preocupante provocada por una causa que creo que se debería controlar», insistió Ribó.

Los agricultores rechazaron ayer la acusación de que la contaminación sobre la ciudad se debe a la quema de la paja del arroz. Desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), calificaron de «absurdo» el razonamiento de Ribó. Y para ello dieron un dato: en los últimos 14 días sólo se ha procedido a la quema en una ocasión, que fue el pasado día 17 de noviembre.

Desde la asociación mostraron su malestar por las críticas vertidas por el alcalde y resaltaron irónicamente que «entonces también se está procediendo a quemas en Madrid y Barcelona», por la similar situación en la que se encuentran.

Las mismas fuentes señalaron que la nube de contaminación que cubre Valencia se debe a muchos factores y que en ningún caso se puede atribuir a la quema de residuos agrículas. Explicaron que existen factores climatológicos, como la persistencia de la situación anticiclónica, la falta de lluvias o la ausencia de vientos, que contribuyen a que la polución se estanque sobre la ciudad.

Además recordaron que hay muchos otros factores contaminantes como los gases que emiten los vehículos o las industrias como para cargar la culpa a los agricultores. «Nosotros nunca hemos negado que esto genera molestias y, obviamente, contamina, pero no es el único factor ni tan siquiera el principal».

En el mismo sentido explicaron que la quema de la paja del arroz «está muy reglamentada». En concreto sólo se ha permitido este procedimiento en las zonas inundables para evitar la mortandad de peces, «por lo que ha sido más restringida que en otras temporadas».

El Consell estableció los meses de octubre y noviembre como periodo para proceder a la eliminación de estos residuos tras una tensa negociación con los agricultores.

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