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Árboles caídos arrastrados por la nieve de enero en el término de Utiel.
El retraso de ayudas para limpiar el monte dispara el riesgo de incendio en la Comunitat Valenciana

El retraso de ayudas para limpiar el monte dispara el riesgo de incendio en la Comunitat Valenciana

La lentitud de la conselleria en conceder las ayudas demora los trabajos de retirada de árboles caídos, que pueden tardar hasta dos años en completarse

J. SANCHIS

Lunes, 8 de mayo 2017, 18:58

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Los daños causados en el monte por los temporales de invierno, especialmente por las fuertes nevadas de enero que llegaron a arrancar árboles de cuajo, tardarán al menos dos años en arreglarse. A mediados de enero la Comunitat registró un fuerte temporal que afectó a gran parte del territorio. Se produjeron nevadas como hacía años que no se veían. Las zonas más afectadas fueron las comarcas de Requena-Utiel, Valle de Ayora, las Serranías. La nieve y el viento dejaron un panorama desolador con miles de árboles caídos, ramas por los suelos fracturadas por el peso y el aire. Miles de hectáreas resultaron dañadas.

Hoy poco ha cambiado. En ese momento el Consell se comprometió a que estas zonas estarían limpias para el verano ante el peligro que suponen los árboles quebrados y tirados por el suelo por la propagación de incendios y plagas. Ahora ya está más que claro que la medida no llegará a tiempo. El presidente de los propietarios forestales señaló que el proceso está muy retrasado y el verano llegará con la gran parte de trabajos pendientes. «Poco se puede hacer a estas alturas», destacó Galiano, quien aseguró, además, que con los efectivos actuales y la superficie que hay que limpiar y restaurar «los trabajos pueden extenderse hasta casi dos años». La situación es tal que afirmó que «habrá que olvidarse de plagas e incendios y ver que pasa durante los meses de más calor. Tendría que haberse hecho antes actuando con más celeridad».

5,5 millones aprobados para arbolado y pistas forestales

  • La Comisión Interdepartamental para el Seguimiento y la Coordinación de la Postemergencia ha acordado el inicio con carácter de urgencia del procedimiento para la dotación presupuestaria, con cargo al fondo de Contingencia 2017, por importe de 1.756.398,82 euros para el caso del arbolado y 4.236.088,38 euros para la reparación de pistas forestales, en aquellas zonas afectadas por los temporales de este invierno.

  • Las consecuencias del mal tiempo han consistido fundamentalmente en ejemplares derrumbados, descopados o parcialmente dañados con ramas rotas. La excepcionalidad climática junto con la convergencia de una masa forestal debilitada por la sequía de los últimos años ha originado la aparición de estos efectos de degradación de naturaleza física que pueden derivar a corto o medio plazo en aparición de plagas o incendios forestales, según la memoria presentada por la Conselleria de Medio Ambiente.

  • Por otro lado, la presencia de este tipo de daños implica un deterioro de sus producciones y sus valores estéticos y recreativos, viéndose mermada su capacidad de generación de servicios ambientales y turísticos.

  • El mismo documento alerta de los efectos del temporal sobre las infraestructuras de prevención de incendios como pistas forestales y depósitos de agua para la extinción de incendios han sido generalizados en toda la Comunitat, con desprendimientos de tierras, grandes regueros que impiden el tránsito, o caída de piedras y arbolado. Considera urgente la restitución del tránsito seguro por las pistas y la reparación de los depósitos de agua.

Para apoyar sus argumentos, el presidente de los propietarios forestales resaltó que «a partir del mes de mayo se empieza a prohibir el uso de motosierras en los montes y se limita la capacidad de trabajo en arboledas ante el peligro de provocar un incendio, como es lógico» por lo que «se abre un paréntesis» hasta el otoño en el que prácticamente no se extrae madera de los bosques.

La propia Consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, señaló a LAS PROVINCIAS que antes del verano sólo se realizarán algunas actuaciones. En concreto, «aquellas que hayamos visto que son más problemáticas o se localicen en las zonas donde la acumulación de biomasa es mayor. Esas serán las primeras». En cualquier caso, Cebrián insistió en la importancia de la prevención para evitar los incendios forestales y destacó que la Conselleria estaba centrando gran parte de sus esfuerzos en esta dirección.

Desde Amufor, por su lado, se llegó prácticamente a la misma conclusión. El gerente de la Asociación de Municipios Forestales, Fernando Pradells, dudó que los montes estén en las mejores condiciones antes del verano. «Nosotros no tenemos noticia de que se hayan empezado a hacer trabajos de limpieza en los municipios», aseguró.

En la misma línea se manifestaron varios alcaldes de municipios afectados por el temporal que señalaron que hasta el momento no se ha visto ningún movimiento en sus localidades.

Se cumplen así los peores pronósticos. El verano se echa encima y todavía no se ha limpiado el bosque. De esta forma se dispara la posibilidad de la propagación de plagas y los árboles amontonados y secos se pueden convertir en combustible en caso de incendio forestal. Ello convierte los montes y bosques de las zonas afectadas un auténtico polvorín, según la mayor parte de las fuentes consultadas.

Agravio comparativo

Juan Galiano, por otro lado, mostró su malestar porque la Conselleria de Medio Ambiente ha dejado a los propietarios de montes privados fuera de las ayudas aprobadas para la restauración de los montes.

Tras los temporales, la Generalitat valoró los daños en unos cinco millones de euros que se conseguirían de los fondos de contingencia. «La sorpresa es que sólo se destinarán a monte público», recalcó Galiano, cuando la mayor parte del terreno afectado pertenece a propietarios privados.

En el mismo sentido se manifestó Pradells, quien puntualizó que cerca del 70% del monte valenciano es de propiedad privada. Además, indicó que sin las ayudas de la administración es muy difícil actuar en estas fincas, ya que suelen tener un tamaño no muy grande (media de 5 hectáreas) por lo que no interesan a las empresas madereras y de biomasa.

Los trabajos comenzarán de inmediato en las localidades de Sinarcas y Utiel, donde se han realizado subastas. En el caso de Sinarcas se han adjudicado 2.500 hectáreas a un euro la tonelada de madera, cuando el precio estaba en 12 euros por tonelada.

De esta forma, la brutal bajada de los precios de la madera, explicó Galiano, hacen más difícil la actuación de los propietarios de monte sin ningún tipo de ayudas. Entre otras razones porque a los empresarios de la madera no les interesa actuar en extensiones tan pequeñas.

El propietario privado está a expensas ahora de ver qué ocurre con los fondos del Plan de Desarrollo Rural (PDR). Hay previstos 49 millones, si se activan. Con ello se podrán hacer trabajos silvícolas y extraer los pinos dañados, pero llevan un año y medio de retrasos «y no sabemos cuándo se pondrán en marcha».

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