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Familias votando en un colegio de Alicante el pasado septiembre. :: j. p reina
Sólo ocho de los 326 colegios valencianos que votarán la jornada continua son concertados

Sólo ocho de los 326 colegios valencianos que votarán la jornada continua son concertados

El peso del profesorado provoca que la nueva modalidad tenga aceptación en la red pública mientras que los titulares recelan de que beneficie a los alumnos

J. BATISTA

Jueves, 30 de marzo 2017, 21:02

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La Comunitat repite el mismo patrón que el resto de regiones que en años anteriores abrieron la puerta a la jornada continua: se trata de una modalidad horaria que triunfa en la red pública pero no llega a cuajar en la concertada.

Ya sucedió con la primera oleada de solicitudes, cuando sólo pidieron implantarla ya este curso nueve de las 315 escuelas que votaron el pasado septiembre. Y el próximo martes, cuando las urnas se instalen en otros 326 centros para cambiar la organización de cara al 2017-2018, pasará lo mismo. Según los listados facilitados por la Conselleria de Educación, sólo hay ocho de titularidad privada concertada y se sitúan en Alcoy, Benidorm, Elche, Ibi, Villena, Oliva, Ontinyent y Utiel.

La explicación está tanto en el procedimiento que se debe seguir como en las reticencias de los principales responsables de estos últimos centros. Hay que recordar que en los públicos el proceso se inicia en el consejo escolar con una mayoría simple, que se puede conseguir gracias al peso del sector del profesorado, que incluyendo al equipo directivo es muy elevado, si bien precisa de algún apoyo adicional.

Eso sí, para aprobar el proyecto organizativo, que es un estadio posterior, se necesita una mayoría de dos tercios, por lo que es preciso implicar a algunos consejeros más. En cambio, en los concertados la potestad para iniciar todos los trámites recae en los propios titulares de los centros. Cuando la orden que regula la jornada continua estaba en fase de borrador se generó cierta polémica, pues también se fijaba esta competencia en el consejo escolar. Finalmente fue modificada a petición del sector, que al fin y al cabo está conformado por empresas y entidades de carácter privado. Sólo en caso de que la titularidad dé su visto bueno los docentes pueden ganar protagonismo en la elaboración del proyecto.

También han sido reiterados los mensajes en contra de la modalidad por parte de las patronales, que defienden la idea de que no mejora el rendimiento de los alumnos y fomenta el cansancio al concentrarse las sesiones lectivas durante la mañana. También alegan que no contribuye a facilitar la participación de las familias en actividades extraescolares, por no hablar de que consideran que se trata de una reivindicación de carácter laboral más que una mejora fundamentada desde el punto de vista pedagógico.

La jornada de votación se celebrará el 4 de abril, aunque desde ayer los padres que ese día no puedan acudir al centro tienen la posibilidad de depositar su voto de manera diferida entregándolo a la dirección junto a una fotocopia compulsada del DNI. Se utiliza el sistema de doble sobre para garantizar el anonimato del sufragio. También existe la opción de hacerlo a través de un correo certificado.

El mismo día los centros conocerán sus resultados, que tendrán que elevarse a la Dirección General de Política Educativa para que emita la autorización definitiva. Sólo se expedirá si al menos el 55% del censo total da su apoyo al cambio. Hay que recordar que cada familia dispone de dos votos, incluidas las monoparentales.

El mapa valenciano

De los datos oficiales se desprende que en cuestión de dos cursos el mapa de la Comunitat puede modificarse claramente. En septiembre se aprobó la jornada continua en 307 de los 315 que votaron (97,4%). Si el grado de aceptación es similar el martes, puede darse el caso de que más del 40% de las escuelas valencianas tengan el curso que viene la modalidad intensiva.

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