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J. A. MARRAHÍ
Lunes, 20 de febrero 2017, 21:00
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Obligados a perseguir a un delincuente, auxiliar cuanto antes a un conductor accidentado o proteger del mejor modo a agentes en desplazamientos. Ellos, policías nacionales y guardias civiles, deberían disponer de los vehículos mejor preparados. Pero eso es la teoría. Y no siempre es posible en un mundo de presupuestos ajustados. Según denuncian sindicatos y asociaciones, en la Comunitat se están empleando para la compleja labor policial vehículos antiguos, dañados o con «constantes averías» por el «uso excesivo» y la «alarmante falta de reposición». Dos asociaciones de la agentes de la Benemérita aseguran que hay vehículos con más de 400.000 kilómetros de rodaje.
PRINCIPALES QUEJAS
Vehículos en mal estado en la Unidad de Intervención Policial (UIP) y en la de Caballeria. Constantes averías de motos en comisarías de pueblos.
Una antigüedad de hasta 15 años en el parque móvil valenciano. Falta de reposición de vehículos cuando se producen bajas. Necesidad de mamparas protectoras para el traslado de detenidos en coches patrulla.
Dos de cada tres motos de Tráfico sufren averías y quedan fuera de servicio. Parque de motocicletas con una antigüedad superior a los 15 años.
A la queja lanzada el martes por policías locales ante las averías de motos se suman también las de agentes de la Policía Nacional. En Valencia, por ejemplo, también hay coches parados de este cuerpo. En concreto, un 7% del parque está inactivo a causa de desprendimiento de piezas, averías, sustitución de componentes o revisiones.
Otros, sin embargo, siguen empleándose pese a sufrir problemas. Es lo que lamenta la Confederación Española de Policía (CEP). De los 35 vehículos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) en Valencia, «26 están en mal estado y tienen una antigüedad de casi 15 años», detalla un portavoz sindical. ¿Sus problemas? «Les entra agua si llueve, en otros no se cierran los portones corredizos y los hay hasta con fracturas en la luna», añaden desde la CEP. Las deficiencias han sido objeto de numerosas quejas a la Dirección General de Policía, «pero de momento no hay previsión de sustitución».
Motos en talleres
Además de desgastes y roturas, los furgones Fiat más antiguos de la UIP «no tienen armeros adecuados». Según resaltan policías del sindicato, «sólo hay sitio para escopetas y los fusiles Cetme y G36 hay que llevarlos mal colocados, o directamente en el suelo o en asientos».
Otro foco de protestas del CEP son las motos Honda «de 15 años de antigüedad» a disposición de las comisarías locales de Gandia y Alzira. «Necesitan una sustitución urgente, pues cada dos por tres están en talleres por fallos de frenos, dirección y ruedas desgastadas», resaltan.
También dificultades en la Unidad de Caballería. Tal y como avanzó LAS PROVINCIAS a finales del mes pasado, la falta de vehículos dejó sin patrullar a 30 policías. Enviados «a adelantar sus vacaciones» por una razón de peso: dos de sus camiones no habían pasado la ITV y el tercero estaba pendiente de una reparación. Ahora hay dos en activo, «pero uno sigue parado», como apuntan desde la CEP.
Mientras, entre los guardias civiles, la principal preocupación es la antigüedad del parque móvil. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) habla de vehículos de hasta 15 años. En opinión de los agentes, «llama la atención que agentes de la Benemérita trabajen con coches viejos cuando la propia DGT alerta de que con coches de 10 años el riesgo de muerte se duplica en caso de accidente». En casos extremos, y también lo rubrica la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), «hay patrullas que acumulan más de 400.000 kilómetros».
Segundo problema: escasa reposición. «Entre 2015 y 2106 se dieron de baja un centenar de vehículos, pero sólo han llegado diez nuevos», sostiene AUGC. En este panorama, «las averías se disparan y también el gasto destinado a reparaciones». En algunos casos, «incluso con chapuzas, como el caso de un Nissan de Valencia al que le soldaron piezas fracturadas de elementos de la dirección en vez de sustituirlas». Los neumáticos, alegan, se están apurando al máximo de su vida y en algunos vehículos presentan «un desgaste preocupante».
Otro hecho que despierta indignación en la asociación es «el traslado de detenidos o presos con coches patrulla sin mamparas». Según la AUGC, nueve de cada diez vehículos del cuerpo en la Comunitat no dispone de esta protección que, sin embargo, sí disfruta la Policía Nacional. «Estas diferencias injustificadas desgastan la moral de cualquier agente», lamentan.
Para los guardias consultados, «no es de recibo que la DGT esté alertando de la antigüedad del parque móvil español y lo sitúe como causa de siniestralidad cuando el Gobierno se resiste a dotar a la Guardia Civil de vehículos más modernos». Para AUGC y , un vehículo policial «debería de ser renovado cada cinco años, por el elevado desgaste propio de su función».
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