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Crisanta F. abraza a su pareja poco antes de que prestara declaración en el juzgado de Xàtiva. :: belén gonzález
«Le convencí de que tenía que entregarse para seguir con él»

«Le convencí de que tenía que entregarse para seguir con él»

La pareja del recluso que se fugó de una ambulancia en la V-30 tras un desengaño amoroso explica cómo logró persuadirlo para que terminara la huida

J. MARTÍNEZ/B. GONZÁLEZ

Miércoles, 25 de enero 2017, 20:53

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El preso que se fugó el sábado tras un desengaño amoroso ingresó otra vez en la cárcel de Picassent después de reunirse con su pareja y comparecer en el juzgado de guardia de Xàtiva. El delincuente reincidente Juan Alejandro M. B., de 28 años, será juzgado la semana que viene por un delito de quebrantamiento de condena, aunque su abogada pedirá al juez que tenga en cuenta su arrepentimiento y entrega voluntaria a la Policía Nacional.

La pareja del recluso manifestó el martes a LAS PROVINCIAS que se siente orgullosa del padre de sus tres hijos. «Me dan igual las críticas de la gente. Ha cometido varios errores en esta vida pero me ha demostrado que me quiere con locura», afirmó Crisanta F. en la puerta del juzgado. «Le convencí de que tenía que entregarse para seguir con él. Era lo más sensato y me hizo caso», añadió la joven. También negó que su pareja le amenazara por teléfono o quisiera hacerle daño tras la espectacular fuga que protagonizó al saltar de una ambulancia en marcha.

«Gracias a la Policía Nacional pude hablar con él por teléfono, porque soy como su medicina, la que lo tranquiliza y la madre de sus hijos. Entre su abogada y yo hicimos que entrara en razón y que comprendiera que entregarse era lo mejor para él. Le insistí que pensara en su futuro y que así podría vernos a sus hijos y a mí», manifestó Crisanta.

Tras sonsacarle dónde se ocultaba, la joven le pidió que no complicara más las cosas y que terminara con su huida. «Estamos esperando la contestación a un recurso para que pueda salir este año de prisión, y esto le va a hacer daño, porque le van a sumar una pena más», explicó la pareja del preso. Crisanta fue asesorada por un policía de la comisaría de Xàtiva para que pudiera apaciguar los ánimos exasperados del fugitivo. Una vez convencido, Juan Alejandro M. puso dos condiciones para entregarse: hablar unos minutos con su pareja y sus hijos -antes de ingresar otra vez en prisión- y que estuviera presente la abogada Cristina Tébar, la letrada que lo defendió con gran celo en varias causas de su historial penal.

La policía aceptó y el delincuente desveló que estaba en el domicilio de su madre en la barriada de los Grupos de la Merced en Paterna. Dos policías de paisano de la comisaría de Xàtiva y la abogada se desplazaron al lugar. Eran las 13.15 horas del lunes. El fugitivo bajó a la calle y se entregó. Su madre y su hermana fueron testigos de una detención con «total diligencia, discreción y celeridad», aseveró la abogada. Sin grilletes ni policías uniformados.

Tras llevarlo a la comisaría de Xàtiva, la policía cumplió su palabra y consintió que Alejandro M. se reuniera con su pareja y sus hijos de tres, siete y ocho años. Durante cerca de 20 minutos, el detenido habló con su familia bajo vigilancia policial. «Quiere con locura a sus hijos y después de lo que ha hecho he recapacitado. Llevamos diez años juntos con alguna separación entre medias, pero siempre hemos vuelto», aseguró la joven. Como ya informó LAS PROVINCIAS, el preso se intentó suicidar en la prisión el sábado tras discutir con su pareja en una conversación telefónica porque ella estaba rehaciendo su vida con otro hombre; y poco después, el recluso escapó durante el traslado al hospital.

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