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Ximo Puig y Juan Carlos Moragues en la ofrenda floral que cerró el homenaje a Manuel Broseta. :: j. monzó
El espíritu de la Transición marca el homenaje al profesor Broseta

El espíritu de la Transición marca el homenaje al profesor Broseta

Joan Lerma recuerda su «intachable perfil democrático», Puig alaba el carácter pactista y su hijo defiende que «habría levantado la voz» ante el drama de los refugiados

J. BATISTA

Domingo, 15 de enero 2017, 23:53

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Decenas de personas se reunieron ayer en el tradicional homenaje al catedrático Manuel Broseta, hombre clave en la política valenciana preautonómica cuyo recuerdo está íntimamente ligado a la Transición. En el acto, corto y emotivo, se reivindicó el espíritu de este periodo en contraposición a las voces que cuestionan la vigencia de su esencia e incluso sus fines.

Se desarrolló en el escenario de siempre, junto a la columna situada en el jardín de Blasco Ibáñez de Valencia, lugar donde fue asesinado por ETA en 1992, hace 25 años. El acto tuvo continuidad a media mañana en el Palau de la Generalitat con la entrega de los premios de Convivencia, también organizados por la Fundación Profesor Manuel Broseta. En esta edición fueron para el expresidente Felipe González y para Jacques Delors con motivo del 30 aniversario del Tratado de Adhesión de España a la Unión Europea.

En cuanto al homenaje matinal, el expresidente Joan Lerma dedicó unas emotivas palabras a Broseta, al que definió como «una persona de intachable perfil democrático». Destacó que la sociedad valenciana «no lo ha olvidado» y aprovechó para reivindicar el espíritu de la Transición, etapa a la que se refirió con la denominación de quienes la trivializan. «Los que cuestionan el 'régimen' del 78 deberían recordar que tuvo víctimas a las que debemos respeto y agradecimiento, que fue capaz de vencer al terrorismo, de multiplicar por diez la renta de los ciudadanos y de propiciar el periodo más largo de convivencia pacífica. Merece un respeto junto a quienes hicieron lo posible por traerlo, entre ellos Manuel Broseta».

El delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues se refirió a su «papel clave» en la Transición y a su «defensa orgullosa del sentimiento del pueblo valenciano y de los valores democráticos», e hizo un llamamiento a la unidad de todos frente a «cualquier forma de terrorismo».

Cerró los parlamentos el presidente Puig, que por segundo año acudió como jefe del Consell. Dijo que el de ayer era un día de emoción pero también de alegría «porque los valores que defendía (Broseta) han ganado». Destacó la importancia de «no perder la memoria, de saber que ha habido víctimas por la democracia», y señaló que «la vida es fruto de acuerdos desde las diferencias legítimas, desde esa capacidad de incorporar sensibilidades diferentes, como hizo Broseta desde la Mesa de Fuerzas Políticas y Sindicales cuando se abría paso la democracia». Cerró su intervención señalando que «ese papel de poder unir también es necesario recordarlo hoy».

Al inicio del acto, Pablo Broseta dijo que su padre «estaría orgulloso» de la reacción de los valencianos ante ataques terroristas como los sufridos en Francia o los casos de violencia machista, y que «habría levantado la voz» ante la falta de respuesta a la crisis de los refugiados. También recordó que del asesinato «la sociedad valenciana quiso que naciera un espíritu que hace perdurar la memoria de las víctimas».

El homenaje se cerró con una ofrenda floral que iniciaron los nietos de Broseta. Además de personas anónimas, acudieron empresarios como José Vicente Morata o Salvador Navarro, políticos como Isabel Bonig, Fernando Giner, Joan Calabuig, Gabriela Bravo o Ana Botella y representantes sociales como Esteban Morcillo o Rafael Bonmatí.

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