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Un grupo de gatos descansan en el tejado de una casa abandonada. :: j. signes
Más de mil colonias de gatos silvestres callejean sin control de la Administración

Más de mil colonias de gatos silvestres callejean sin control de la Administración

Los vecinos de Turís se debaten entre la inquietud y la sorpresa tras la muerte de una mujer por la mordedura de un felino

ÁLEX SERRANO

Viernes, 9 de diciembre 2016, 19:28

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Ni la Conselleria de Medio Ambiente ni la de Sanidad disponen de un protocolo para gestionar y vigilar las más de mil colonias felinas situadas en Valencia y su área metropolitana. Así lo han confirmado fuentes de ambos departamentos, que insisten en que la gestión de las colonias corresponde a los ayuntamientos, así como comprobar la salubridad de las mismas. Los veterinarios, por su parte, piden más control de las colonias para evitar sucesos como el ocurrido el pasado mes de octubre en Turís, cuando tal como contó ayer LAS PROVINCIAS una mujer falleció de sepsis tras ser mordida por un gato callejero. La familia había avisado en varias ocasiones al Ayuntamiento de Turís de que retirara los contenedores situados junto a su chalet y que eran punto de encuentro de los gatos callejeros de los alrededores. La noticia se ha extendido con rapidez por el municipio, donde ha cundido la sorpresa y la inquietud entre sus vecinos.

El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia, Francisco Beltrán, explicó ayer que aunque la conselleria y los veterinarios han llegado a un acuerdo para a partir de comienzos de 2017 poner en marcha un sistema que permitirá controlar si alguna mascota sufre una enfermedad que se pueda transmitir a humanos, este acuerdo al que se llegó en primavera de 2016 no incluye las colonias felinas o las jaurías de perros salvajes. «Eso es competencia de los ayuntamientos y hay algunos con más sensibilidad que otros», comenta Beltrán, que califica de «riesgo sanitario» la falta de control en estas colonias.

Y es que hay varias enfermedades transmisibles de perros o gatos a seres humanos. Se trata de enfermedades que pueden llegar a causar la muerte, como la leishmaniosis, rabia o la anemia felina, en casos, eso sí, extremos. Un gato o un perro salvaje cuentan con millones de bacterias en sus bocas y un mordisco o un arañazo de estos animales requiere atención sanitaria, recuerda Beltrán. «Siempre que hay una mordedura hay que someterse al control antirrábico y acudir al centro de salud para recibir atención médica», explica el presidente de los vete

Al estar las competencias en materia de control de la fauna urbana a los ayuntamientos, cada consistorio decide cómo proceder con las colonias felinas o las jaurías de perros que tenga en su término municipal. En el caso de Valencia, por ejemplo, el gobierno del tripartito ha censado las colonias felinas (unas 500) en toda la ciudad y ha creado la figura del colaborador felino. Estas personas disponen de un carnet identificativo y son las únicas que pueden dar de comer a los gatos. El Consistorio también ha puesto en marcha un plan de esterilización felina que afectará a unas 200 gatas en su primera fase.

En Torrent, la Asociación SOS Peludetes es la que se encarga del cuidado y el control de las cerca de una treintena de colonias felinas que existen repartidas en el término municipal de la ciudad, cada una de ellas con entre 10 y 20 miembros. Desde la entidad, han alertado en diversas ocasiones del crecimiento desmedido de las mismas y la necesidad de aplicar el protocolo CES, de captura, esterilización y suelta, para frenarlo. Los componentes de la asociación «no dan abasto» con el coste que esto implica ya que se nutren de donaciones que también emplean en la recogida y gastos médicos de otros casos de gatos abandonados o maltratados.

La Diputación de Alicante puso un marcha un plan de ayudas para el control de colonias urbanas de gatos callejeros a través de la esterilización, con una partida de 250.000 euros. A mediados de septiembre hizo público el listado de municipios a los que se les otorgaba una asignación. Un total de 66 municipios se acogieron al plan. La comarca de la Marina Alta copó un número importante, casi uno de cada cuatro, ya que fueron 15 las localidades beneficiadas. La cuantía que les correspondió en total superó los 19.200 euros. A Xàbia le correspondieron casi 3.400 euros, unos 2.900 a Teulada y cerca de 2.000 euros a Benitatxell.

El Ayuntamiento de Ontinyent y la Protectora de Animales de La Vall dAlbaida han puesto en marcha un plan para controlar las colonias de gatos en el núcleo urbano de la ciudad. La intención es que la cantidad de gatos no se dispare y puedan ser un foco de transmisión de enfermedades de diferente tipo, algo que se desea evitar con este plan. Y es que en algunas poblaciones, como Cullera, aunque la presencia de colonias de gatos no es alarmante, sí que hay alguna población más numerosa de lo normal por ejemplo en la zona de la Escollera. Asimismo, desde el Consistorio se recordó que hay otra zona, en los alrededores de la ermita de Santa, en la que la presencia de gatos se debe a que hay una mujer que los alimenta. Desde Alzira señalaron que no hay ninguna colonia de gatos muy elevada en número, pero también se da por el hecho de que haya vecinos que alimenten a los gatos. En este caso se da en los alrededores de la calle Santa Teresa.

Por otra parte, en Villalonga, desde hace más de cinco años, una jauría de perros atemoriza a los más de 400 vecinos de la urbanización La Llacuna. Estos animales son propiedad de una vecina del residencial que los tiene completamente descuidados y permite que salgan y entren en su parcela a voluntad. Algunos de estos canes han llegado a morir de inacición y sus restos han sido devorados por otros animales de la jauría. Los perros asaltan parcelas vecinas roban comidas y matan animales menores. Los vecinos han denunciado en decenas de ocasiones estos hechos ante el Ayuntamiento, que no ha dado ninguna respueta contundente.

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