Compromís ha criticado durante años las políticas educativas que el informe avala

PISA ha sorprendido en la Comunitat, una región caracterizada por sus tasas de abandono y fracaso escolar. Y sin embargo, los alumnos examinados en 2015, bajo la influencia de las políticas del PP -como recordó el partido- mejoran los resultados nacionales e internacionales en Ciencias y Lectura y quedan cerca en Matemáticas.

Hasta el conseller los valoró «como buenos e interesantes», unas declaraciones que chocan con las críticas continuas que desde Compromís se lanzaron cuando ejercía la oposición hacia cualquier iniciativa popular. Se habló de «cruzada contra la educación pública», término acuñado por el diputado Josep María Pañella para criticar el ajuste salarial a los interinos del decreto Vela. Y también de que el PP «se ha dedicado en los últimos 20 años a destrozar la escuela pública, en valenciano y de calidad», unas frases recogidas en 2015 tras un informe sobre los recortes.

Pese a que estos son innegables -y afectaron a todos los sectores-, la red pública valenciana tiene parte de la culpa de los buenos resultados. Por ejemplo, en Ciencias obtiene mejores puntuaciones que los centros públicos de Baleares, Extremadura, Andalucía, País Vasco o la Rioja. Y algo parecido sucede en relación a las competencias en Lectura y Matemáticas.

En cuanto a medidas de política educativa, se criticó la «ocurrencia genial» de adelantar los exámenes de septiembre -iniciativa que se mantiene- o se deslizó que el refuerzo docente para luchar contra el fracaso era una «maniobra publicitaria». Incluso se acusó al Consell de invertir más en uniformes escolares que en este concepto.

Morera también se ha descolgado con declaraciones duras, como llamar «traidor» a Font de Mora cuando presentó un borrador de plurilingüismo que no se aplicó, mientras que Marzà ha recurrido al discurso 'anticoncertada'. En abril de 2015 decía que el modelo popular era «dejar caer la enseñanza pública, intimidar a sus profesionales y en último término castigar a las familias. Todo para beneficiar un modelo que prima a la privada».