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Procesado por atropellar hasta la muerte a un amigo tras discutir con él por la cuenta

Luis Candela

Sábado, 3 de diciembre 2016, 00:49

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La Fiscalía acusa a un hombre de 65 años del asesinato de su amigo, a quien supuestamente pasó por encima con su todoterreno hasta tres veces hasta que acabó con su vida. El motivo de tanta violencia no es otro que una fuerte disputa por quién debía abonar las copas que se habían tomado en un bar de la urbanización Río Park de Mutxamel, tal y como sostiene la acusación pública. Debido al estado de embriaguez del reo, quien además sufre un trastorno de demencia con episodios de irritabilidad acentuado por el alcohol, la pelea acabó de forma tan fatal la tarde del 31 de marzo de 2015.

El Ministerio Fiscal le reclama una pena de 10 años y medio entre rejas por un delito de asesinato y dos delitos contra la seguridad vial rebajados por la eximente incompleta de trastorno mental transitorio y de influencia de alcohol y la atenuante de embriaguez. De un jurado popular dependerá la decisión de si L.G.G. actuó consciente de querer matar a su conocido, de 62 años de edad, o todo se debió a su dolencia.

La riña se desencadenó en torno a las siete y media de la tarde con los dos protagonistas en estado de embriaguez. Ambos bebían en un bar cerca de la calle Celestina de Mutxamel, vía en la que el acusado tenía aparcado el coche de su hija, que conducía. El problema vino a la hora de pagar las consumiciones, un punto en el que no llegaron a acuerdo a alguno. El presunto asesino se montó en el todoterreno y embistió a su oponente, quien esquivó el primer envite.

La víctima ya no pudo zafarse de los nuevos intentos. Según sostiene el representante del fiscal, el procesado dio un giro de ciento ochenta grados después de fallar y se dirigió de nuevo contra su amigo. En ese momento logró arrollar al perjudicado y arrojarle contra la acera, donde quedó tendido. Otro giro más y el acusado inició la marcha sobre el cuerpo yacente. Así hasta tres veces, siempre según la acusación pública.

El procesado trató de eliminar su rastro sangriento cargando el cadáver en el vehículo, para lo cual enrolló un cinturón del cuello de la víctima para poder cargarlo en el maletero, sin éxito. Los testigos que vieron la escena recriminaron al hombre sus intenciones, por lo que decidió abandonar el lugar.

Minutos después, la Policía Local detuvo al sospechoso al percatarse de que podría circular bajo los efectos del alcohol. Presentaba signos característicos, como fuerte olor, habla entrecortada o el mismo hecho de que se le caían los pantalones sin siquiera darse cuenta. Según detallaron los agentes, el hombre no consintió hacerse la prueba de alcoholemia ya que dejaba de soplar sin estar terminada.

La Fiscalía reclama al reo que indemnice con 123.536 euros a la pareja del muerto, quien deberá acreditar la relación, y con 10.544 a sus dos hijos y a su madre.

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