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J. A. MARRAHÍ
Viernes, 21 de octubre 2016, 20:24
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La historia vuelve a repetirse. Hace una década, los montes de la Comunitat sufrieron una epidemia de sarna en la reserva de cabras de Cortes de Pallás. La enfermedad contagiosa puede afectar tanto a animales salvajes y domésticos como a humanos y avanza de nuevo hacia la región procedente de los montes de Teruel y Tarragona. Así lo confirmaron fuentes de Medio Ambiente y de la Federación de Caza de la Comunitat. Ambos organismos trabajan ya en medidas para su contención. En esencia, consisten en identificar y abatir a los ejemplares infectados y una eliminación especial de los cadáveres.
Esa primera oleada de sarna en animales de la región se produjo entre 2001 y 2008. En aquel entonces se detectaron más de un millar de ejemplares afectados que hubo que abatir para frenar el avance de la sarna, según fuentes de Medio Ambiente.
En enero de 2015, las autoridades catalanas volvieron a detectar un nuevo brote de contagios en animales que habitan en las reservas naturales de Beceite y Tortosa, en Teruel y Tarragona, respectivamente. Entre estas zonas se encuentra el parque natural de Els Ports, que linda con el de la Tinença de de Benifassà, ya en término de Castellón. Y esta es la zona de riesgo.
A consultas de LAS PROVINCIAS, la conselleria de Medio Ambiente asegura que, por el momento, «no se han visto cabras afectadas en territorio valenciano», pero sí en cambio en los montes de los municipios vecinos, «donde se han abatido 75 ejemplares afectados».
El protocolo ante la presencia de cabras infectadas por sarna es muy estricto. Contempla la elaboración de permisos especiales para abatirlas, una cadena de comunicaciones a autoridades y una ficha de control en la que debe constar coordenadas exactas de la posición del animal, fotografía o envío de un trozo de piel a veterinarios. Para manipular un ejemplar enfermo hay que utilizar guantes de látex y, una vez abatido, embolsarlo y enterrarlo en cal de forma no desenterrable.
La misma alarma la ha recibido la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana. «Existen incluso mapas de detección trazados en las regiones colindantes. Parece claro que desde Tarragona la sarna avanza alrededor de cinco kilómetros al año en dirección a Castellón por los contagios de las cabras», resume un portavoz de la entidad.
Voluntarios en 36 cotos
Ante el riesgo, la conselleria de Medio Ambiente ha movido ficha para impedir una nueva epidemia. «Hay un plan de acción preparado para los 36 cotos que se encuentran en la frontera de 25 kilómetros», explican desde la Generalitat. Según el departamento autonómico, se han establecido grupos de voluntarios en estas zonas de caza «para pasar a actuar en 25 días».
«Cada coto», añaden, «nombraría a un grupo de entre tres y cinco personas» para encontrar y abatir a ejemplares infectados. Estas acciones deberán realizarse bajo la supervisión de agentes medioambientales. Los profesionales «participan en la visualización y detección de animales y también a la hora de abatirlos», detallan.
Para abordar la amenaza y desarrollar el protocolo ya se han producido dos reuniones de responsables autonómicos con los cotos de caza de la provincia de Castellón. Además, se ha organizado una charla formativa sobre la enfermedad y su epidemiología a partir de la experiencia en la región en los contagios de cabras de Cortes de Pallás. La Generalitat también ha mantenido reuniones con los agentes medioambientales para tratar el riesgo de la sarna a través de las cabras.
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