El nuevo latido para una niña

A sus cinco años tenía un corazón muy débil, que no bombeaba lo suficiente. Su vida se debilitaba y la única alternativa era el trasplante. Cuando llevaba cerca de un año a la espera, la generosidad de una familia donante permitió un cambio de rumbo: llegó el órgano que la pequeña necesitaba para seguir adelante. Un amplio equipo de profesionales de distintas especialidades del Hospital La Fe se puso manos a la obra para hacer posible una operación que ha resultado un éxito. La pequeña ha iniciado un nuevo camino de la mano de un renovado latido.

La paciente sufría lo que los médicos llaman «miocardiopatía dilatada idiopática», un problema poco frecuente en niños que llevaba a que el «músculo cardiaco no tuviera fuerza para bombear la sangre», explica el doctor Anastasio Montero, jefe del servicio de Cirugía Cardiaca de La Fe.

Los problemas, que debutaron en los primeros meses de vida de la pequeña, despertaron la inquietud de los médicos al observar que la evolución de la niña «en peso y en talla» no respondía a los índices esperados. Pasó por los especialistas, llegó a su hospital de referencia y allí la derivaron a La Fe. En este centro sanitario, según el relato que ofrece el doctor Montero, se inició el proceso que el 20 de marzo acabó tras una operación de seis horas con participación de una decena de profesionales.

El doctor Félix Serrano, jefe de Cirugía Cardiovascular Pediátrica, señala que la paciente si bien podía «salir a la calle, no estaba postrada» si que afrontaba algunas «limitaciones» que de forma paulatina podían aumentar, dado que un corazón débil como el suyo podía ofrecer nuevas complicaciones.

Había que trasplantar. Y llegó el día en que desde un centro sanitario distinto a La Fe los mecanismos de alerta propios de estos procesos dieron a conocer que una familia había donado y un corazón podía servir a la pequeña. En ese momento, relata el doctor Montero, se activó el protocolo que comporta el traslado en avión hasta el lugar de la donación de los encargados de explantar el órgano de la persona fallecida.

Al mismo tiempo en La Fe ya se estaba preparando a la paciente para que en cuento llegara el órgano, sin dilación se pudiera implantar. Y así fue posible la operación de una niña que está previsto que en pocos días pueda abandonar el hospital para volver a su casa y emprender una vida normal.

El doctor Montero pone el acento en la importancia de la coordinación de numerosos profesionales sanitarios, de distintas especialidades, que se dieron cita en este trasplante. Y recuerda el cirujano que, si bien el hospital de la avenida de Fernando Abril Martorell lleva tiempo practicando trasplantes pediátricos, ahora se ha cumplido un año de la implantación de una estructura propia para el trasplante infantil cardiaco.

En los meses transcurridos desde entonces ya se han llevado a cabo tres intervenciones de estas caracteríeticas en menores, dos este año, una la de la pequeña que pronto saldrá del hospital.

El de corazón es uno de los menos frecuentes entre niños, tanto porque son pocos los que los requieren, como porque «es muy difícil conseguir un donante». Pero, como advierte el doctor Montero, «la donación en España es modélica; la humanidad es excpecional».

La Unidad de Cirugía Cardíaca del Hospital La Fe es referencia en la Comunitat Valenciana desde marzo de 2005 y desde 2009 la Unidad de Trasplante Cardiopulmonar de Adultos es referencia nacional por el Sistema Nacional de Salud.

De hecho, tal como destacan desde el Hospital La Fe, se trata de una de las dos unidades que más trasplantes de este tipo realiza en toda España, junto con el Hospital Puerta de Hierro de Madrid.