El nuevo protector

Laminar avenidas. Así justificó como objetivo fundamental el Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente la construcción de la nueva presa de Tous, encuadrada dentro del Plan General de Defensa contra las avenidas del río Júcar, tras su rotura en octubre de 1982.

Los proyectos para la construcción de un pantano en Tous se remontan a los años 40 del siglo pasado. Son los propios regantes quienes, a través de la Unión Sindical de Regantes del Júcar, instan al Ministerio de Obras Públicas a su construcción. La expropiación forzosa de los terrenos marca el inicio del expediente administrativo. El viejo pueblo es demolido y queda como único testimonio la Iglesia.

En una época en que el régimen franquista no se cansaba de inaugurar pantanos, la construcción de Tous empieza a cobrar cuerpo cada vez más con una doble finalidad: suministrar agua a Valencia y su área metropolitana a través del trasvase Júcar-Turia, y la prevención de inundaciones, que revestían un carácter cíclico en la comarca de la Ribera.

Pero su construcción no estuvo exenta de contratiempos ya que desde que se aprueba el proyecto en el año 1955 hasta que se adjudica a la empresa Agroman en el año 1960, no dejan de surgir problemas. El primero y principal es que la presa se proyecta de hormigón. Se comienza por los laterales y al llegar al centro no se encuentra suelo firme. A pesar de que se intenta inyectar hormigón los resultados no son satisfactorios y se redacta un nuevo proyecto, en el que se aprovechan los extremos de hormigón ya construidos mientras que en el centro se sustituye por el sistema de escollera: rocas de cantera, gravas y arcillas. Los trabajos de este nuevo proyecto que se reanudan en 1973 finalizan en 1979, con una altura sobre el nivel del agua de 20 metros y una capacidad de 52 hectómetros cúbicos.

Y es la parte central de la presa, la que no soporta la fuerte crecida del nivel de agua embalsada a consecuencia de los aportes del Júcar, Cabriel y Escalona, erosionando hasta provocar su rotura total en unas jornadas que aún se recuerdan en la comarca de la Ribera.

La nueva presa se emplaza sobre la antigua y es del tipo de escollera con núcleo de arcilla.

La altura de la presa sobre cimientos es de 135,50 metros y la longitud de coronación es de 1.025 metros. El volumen de máximo embalse normal es de 344 hectómetros cúbicos.

La presa cuenta también con un aliviadero de labio fijo sin compuertas de un ancho de 75 metros, con una capacidad máxima de desagüe de 19.700 metros cúbicos por segundo.

Existen además un desagüe intermedio con cuatro conductos con una capacidad máxima de 1.170 metros cúbicos por segundo, y un desagüe de fondo con una capacidad máxima de 370 metros cúbicos por segundos.

Periodo de retorno

Según las estimaciones de los técnicos el agua que pasó por la presa equivale a una riada de un periodo de retorno de 500 años, y que con el actual pantano quedaría minimizado a una tercera parte de la superficie inundada sin causar daños a las poblaciones.

Junto con la presa de Tous, el plan de prevención de inundaciones también contemplaba la construcción de otras dos grandes presas, la de Escalona y la de Bellús. Estas dos últimas se proyectaron casi exclusivamente para laminar las crecidas del río Albaida y Escalona, afluentes ambos del Júcar.

Por el contrario, la presa de Tous también cumple en la actualidad la función de asegurar el suministro de caudales para abastecimiento al área metropolitana de Valencia y los riegos a la comarca de la Ribera y el canal Júcar-Turia.

Los vecinos de la Ribera aguas abajo confían en que las nuevas instalaciones hidráulicas cumplan con su función a lo largo de los próximos años y se eviten las imágenes que se produjeron hace ahora un cuarto de siglo.