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Alumnos asisten a clase en un colegio concertado.
Nueve de cada diez alumnos de la concertada eligen estudiar en castellano

Nueve de cada diez alumnos de la concertada eligen estudiar en castellano

La mayoría también se da a nivel global, pese a que las líneas en valenciano tienen más peso en la enseñanza pública

Joaquín Batista

Domingo, 13 de septiembre 2015, 23:33

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La inmensa mayoría del alumnado de los colegios concertados cursa sus estudios en alguna de las diferentes modalidades de enseñanza en castellano, llegando a suponer más del 90% en las tres etapas básicas. Así se desprende de los datos facilitados por la Conselleria de Educación con motivo del inicio del curso, referidos a las matrículas existentes hasta el día 4. Por el contrario, es la red pública la que destaca en la enseñanza en valenciano, donde existe cierto equilibrio. A nivel global, sin diferencias de titularidad, el 38% del estudiantado está inscrito en líneas vehiculadas en la lengua propia y el 62% restante en las de español.

Esta realidad es interesante si se tienen en cuenta los planes de futuro del departamento en relación a la cuestión lingüística. Como apuntó el pasado lunes el conseller Vicent Marzà, en los próximos meses se pretende impulsar un estudio para determinar cuál es el modelo óptimo en base a criterios académicos y pedagógicos, para a partir de los resultados establecer el sistema lingüístico que funcionará en las aulas valencianas en los próximos años. Aunque no entró en detalles, sí dio a entender que el programa ideal debe servir para que los alumnos dominen las lenguas cooficiales y una extranjera a partir del valenciano.

En los públicos gana el valenciano

En cuanto a los datos, Infantil (3-6 años) es la etapa con menos alumnos estudiando en castellano en centros concertados, y sin embargo el porcentaje se eleva hasta el 90,9%. En los públicos las cifras se igualan: el 55% de los niños aprenden en valenciano, el 44,2% en castellano y el 0,8% restante en inglés. Este último parámetro se puede explicar por la existencia de un proyecto experimental que permite a seis centros públicos ofertar una línea donde el 80% del tiempo lectivo se vehicula en el idioma extranjero.

En Primaria pasa algo parecido. En la red sostenida mediante el concierto el 91% está matriculado en un programa de incorporación progresiva, en uno plurilingüe o en la línea especial ideada para las zonas claramente castellanoparlantes. En todos ellos hay un claro predomino del español. En cambio, el equilibrio manda en los públicos: el 47,9% aprenden en castellano, el 51,7% en valenciano y el 0,4% en inglés.

Lo mismo sucede en la Secundaria Obligatoria (ESO), donde el 92,1% cursa sus estudios en la lengua española mientras que el porcentaje en la red de titularidad de la Generalitat cae hasta el 51,3%.

Las causas

Las causas que pueden haber influido en esta realidad lingüística son variadas. Desde luego pesa la oferta educativa que hace cada centro. En cuanto a los públicos, en la rueda de prensa de inicio de curso fueron varias las intervenciones que se refirieron a la falta de plazas en líneas en valenciano pese a existir demanda, como fue el caso de Escola Valenciana o de un representante de la asociación de directores de Secundaria, si bien este último se refería a la falta de continuidad de los programas lingüísticos entre la ESO y el Bachillerato.

Respecto a los privados concertados, el presidente de la Federación Católica de Ampas de Valencia, Vicente Morro, consideró que los colegios de esta red dan más peso al castellano «por una cuestión de demanda de las familias, que eligen para sus hijos en función de preferencias religiosas, morales, pedagógicas o lingüísticas. Los titulares del derecho a elegir son las familias», recordó.

Con esta idea coinciden desde el sindicato Fsie, mayoritario en los centros concertados y privados. «Se tata de una cuestión de demanda social, sin olvidar que los centros concertados tienen una mayor presencia en los grandes núcleos urbanos, que son zonas donde tradicionalmente ha habido un predominio lingüístico del castellano, de ahí que los padres opten por esta lengua», señaló Víctor Cardona, secretario de Acción Sindical. En este sentido, hay que tener en cuenta que son muchos los centros concertados de las grandes ciudades que sólo cuentan con líneas en español.

Profesores capacitados para dar en valenciano

Desde el punto de vista laboral, Cardona explicó que «todo el profesorado dispone de las acreditaciones necesarias para impartir clases en valenciano, ya sea la capacitación o el título de mestre en Valencià, igual que sucede con los compañeros de la función pública docente», añadió. De hecho, aventuró la posibilidad de que si se produce «un cambio en la demanda social de las familias los centros podrían adaptarse perfectamente y solicitar una línea en valenciano para cubrir las necesidades de escolarización, aunque siempre que existiera esta preferencia de las familias». También consideró que podría ser una opción para salvaguardar los puestos de trabajo de los docentes de la concertada.

A modo de conclusión, señaló que la cuestión lingüística «no debe servir de cortina de humo de los problemas reales de los centros», ya sean las excesivas ratios máximas de alumnos por aula o, en el caso de la red privada sostenida con fondos públicos, la necesidad de garantizar una alternativa a los profesores que pierden su empleo por el cierre de unidades, como por ejemplo mecanismos de recolocación en otros centros que necesiten profesorado.

En opinión de José Manuel Boquet, presidente de la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval), una causa puede estar en la cuestión geográfica, «pues las líneas en valenciano están más implantadas en ámbitos no urbanos, zonas donde la red concertada no tiene tanta presencia». Además, consideró que en muchas ocasiones la elección de un programa lingüístico en la lengua propia responde a que no hay posibilidad de hacerlo en castellano, especialmente en grandes ciudades.

Por otro lado, el portavoz de Ciudadanos en Valencia, Fernando Giner, defendió la libertad de los padres a la hora de elegir la lengua que quieren para sus hijos en el caso de las escuelas infantiles municipales y se preguntó si el tripartito prevé aplicar un plan de inmersión.

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