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Un joven se lanza al agua desde lo alto de una de las compuertas, ayer por la mañana. :: juanjo monzó
El baño de riesgo sigue en Antella

El baño de riesgo sigue en Antella

La imagen de jóvenes lanzándose al agua desde lo alto de las compuertas se repite en un lugar donde hay carteles que prohíben nadar

L. G.

Domingo, 16 de agosto 2015, 00:46

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Los bañistas no dejan de acudir al azud de Antella. El triste accidente que acabó con la vida de una persona a principios de agosto no ha cambiado las cosas, parece que el temor no existe en un lugar donde hay carteles que indican «Prohibido bañarse». El baño de riesgo se mantiene. Buena muestra de ello la ofrecían a última hora de la mañana de ayer jóvenes bañistas que desde lo alto de una compuerta se lanzaban al agua, mientras otros se dejaban llevar corriente abajo y no faltaban los que jugaban entre agua y piedras.

«Cualquier otro día hay más gente», apuntaba una vecina de la localidad que apoyaba su apreciación en el hecho de que la de ayer fue una mañana nublada, aunque en torno a la una de la tarde salió el sol y la presencia de bañistas en el paraje aumentó. Se podían contar decenas de visitantes en el paraje.

Entre ellos, los jóvenes bañistas que desde lo alto de la compuerta de la acequia se zambullían. Una y otra vez se lanzaban al agua. En un primer momento se dejaron caer de pie; después, de cabeza.

Al mismo tiempo, en un punto donde parecía no cubrir el agua, varios bañistas jugaban subiéndose a una piedra que se encuentra en el cauce y desde la que volvían a lanzarse al agua. Un poco más arriba, cerca del lugar que se conoce como las cascadas -donde se desvía el cauce del río- se veía algún bañista cruzar.

Hay indicaciones que no dejan lugar a dudas: «Prohibido bañarse», pero muchos lo obvian. Y poco más se puede esperar. El pasado lunes, como publicó LAS PROVINCIAS, la alcaldesa de la localidad, Amparo Estarlich, habló de que se ha previsto un refuerzo, pero este no pasa por tomar decisiones que afecten a zambullirse en el agua: «No se va a prohibir el baño. El baño ya está prohibido porque lo pone en los carteles».

Amparo Estarlich explicó que el refuerzo previsto se «va a dedicar a controlar los accesos, el tráfico, la seguridad, evitar robos...» Descartó también que fueran a realizar labores de socorrismo.

En sus declaraciones hizo referencia a que ese refuerzo policial previsto se plantea para controlar el aparcamiento ante la gran presencia de gente.

Ayer, unos llegaron para bañarse, otros, como el caso de dos parejas de Almussafes buscaban disfrutar de un día de campo y algunos, entre quienes se encontraba un grupo de vecinos de Riola, aprovecharon la mañana para darse un paseo por el paraje sin más objetivo que disfrutar del mismo: «Es muy bonito».

Bañarse con prudencia

Entre quienes ayer se disponían a pasar el día en el azud había personas procedentes de destinos de la Comunitat bastante alejados de Antella, como es el caso de una familia de Elche: «Venimos dos o tres veces cada temporada porque nos gusta más que la playa». Para ellos ya se ha convertido en costumbre.

Y cuando se les pregunta si no temen el baño después del accidente mortal de principios de mes, Jennifer no tarda en responder: «Hay que bañarse con prudencia». La joven de esta familia de Elche insiste en la necesidad de ser prudente para lanzarse al agua y distingue varios puntos del paraje en función del riesgo que en su opinión existe. Puso el acento en que zambullirse en el río desde los puntos altos le parece «una locura».

Cuando la alcaldesa anunció la adopción de medidas, adelantó la previsión de que se desplacen al azud miembros de la Policía Autonómica y también agentes de la vecina localidad de Villanueva de Castellón. Durante la visita que ayer realizó LAS PROVINCIAS al azud, en el paraje no había presencia de agentes de seguridad.

No concretó el número de funcionarios que integrarán el contingente, si bien confirmó que el Ayuntamiento de La Ribera ha pedido colaboración a la Generalitat. Se mostró sobrepasada por la cantidad de gente que acude.

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