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Un camión de fumigación, en la zona de la playa. :: lp
El mosquito tigre reduce a la mitad la clientela del paseo de la playa de Puçol

El mosquito tigre reduce a la mitad la clientela del paseo de la playa de Puçol

Las terrazas reclaman por las pérdidas y el ayuntamiento ya tiene preparada otra fumigación para esta madrugada

MARINA COSTA

Viernes, 3 de julio 2015, 00:37

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«Los clientes se sientan en la terraza y, en menos de cinco minutos, se levantan y se van. Los que tienen más confianza con nosotros nos llaman antes de hacer una reserva y nos preguntan directamente: '¿cómo vais de mosquitos?'. Y claro, qué les vas a decir. Aquí no se puede estar», explica Antonio Ribelles, propietario de uno de los restaurantes del paseo de Puçol.

Los dueños de los locales de playa están acribillados, literalmente, por los mosquitos. En concreto, por la especie conocida comúnmente como 'tigre', de mayor tamaño y picadura más agresiva que la del mosquito común. Desde hace una semana, la clientela de las terrazas de los negocios del paseo ha 'volado'. «Se ha reducido a la mitad», justo en el peor momento, cuando el buen tiempo y el calor se alían para hacer caja en verano. Y la culpa la tienen los agresivos picotazos de estos insectos. «Hace un mes y medio ya hubo una primera tanda pero no eran tan grandes. Fumigaron y la cosa volvió casi a la normalidad pero, esta vez, el problema ha ido a peor, hay muchos mosquitos que pican pero de verdad y es normal que la gente ya no quiera estar en la terraza», explica otro propietario afectado.

Estos negocios, especialmente cuatro, se encuentran a 300 metros del humedal. «Nosotros en la parte de detrás tenemos, además, unos campos abandonados que se encharcan cada vez que llueve y en cuanto hace calor, ya tenemos montado el lío». Para los empresarios consultados ayer por LAS PROVINCIAS, buena parte del problema estriba en que «si en Puçol se fumiga pero no se hace lo mismo en el marjal y en todas las zonas húmedas de alrededor, estaremos condenados de continuo a sufrir este problema». Por si fuera poco, a la presencia del mosquito tigre se suma el acecho de la «rantella o mosca negra, que también hay aquí».

Lo cierto es que el ayuntamiento de Puçol lleva meses coordinando intensamente varios tratamientos con la empresa especializada y sus vecinos, El Puig y Sagunto, también 'tocados' por marjal. Esta madrugada realizará otra fumigación en la playa para atajar el foco.

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