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La Audiencia ratifica la absolución por lesiones y desórdenes de los 16 activistas que entraron en Cofrentes en 2011

La Audiencia de Valencia vuelve a absolver al fotoperiodista independiente Pedro Armestre y aumenta la multa a los ecologistas hasta 29.012 euros por los daños a la valla y una pintada

EUROPA PRESS

Martes, 19 de mayo 2015, 15:57

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La sección tercera de la Audiencia de Valencia ha ratificado la decisión de un juzgado de lo Penal de absolver de los delitos de lesiones y desórdenes públicos a 16 activistas de Greenpeace y a un fotoperiodista que accedieron el 15 de febrero de 2011 al recinto de la central nuclear de Cofrentes para realizar una protesta contra la energía nuclear.

Los 16 activistas fueron condenados al pago de una multa por daños. En este caso, la sala ha aumentado la indemnización a la eléctrica Iberdrola, que pasa de 26.779 a 29.012 euros, según consta en la sentencia. Al respecto, el tribunal cree que no es acertada la calificación jurídica sobre el menoscabo en los bienes de la central y desdoblar el resultado de la acción de los activistas, por lo que debe entenderse que el delito de daños -de mayor gravedad y alcance-, abarca el del deslucimiento.

Por tanto, en la condena por daños incluye la totalidad del menoscabo en los bienes -vallas y torre de refrigeración- afectados por el comportamiento de los activistas, que deberán abonar a Iberdrola de forma conjunta y solidaria ese importe, correspondiente a 2.232 euros por la sustitución de la valla cortada y por 26.779 euros de la limpieza de la torre, con responsabilidad civil subsidiaria de Greenpeace.

Con esta decisión, la sala estima parcialmente los recursos interpuestos por el ministerio fiscal y la empresa, aunque rechaza la petición de la Fiscalía de Valencia, que insistía en que se condenara a los 16 activistas de Greenpeace.

En cuanto al resto de delitos, para la sala, la sentencia recurrida está "motivada" y razona "por qué considera que, tras la valoración de prueba esencialmente personal, no concurren todos los requisitos del delito de desórdenes públicos, sin que dicho razonamiento pueda considerarse arbitrario o irracional". De igual modo, sobre las lesiones, indica que ningún testigo reconoció a ninguno de los acusados como autor, y no aprecia que sea arbitraria o irrazonable la sentencia como para justificar su anulación en el punto de valorar los elementos de prueba.

«Carácter pacífico»

Para la entidad ecologista, esta sentencia "corrobora de nuevo el carácter pacífico de Greenpeace, seña de identidad de la organización desde hace más de 40 años".

"El intento de criminalizar el activismo pacífico por parte de Iberdrola ha fracasado por segunda vez. No van a evitar que sigamos pidiendo el fin de la insegura energía nuclear. No lo van a conseguir por mucho que demanden altísimas multas, incluso penas de cárcel. Esperemos que a partir de ahora centren sus esfuerzos en el desarrollo de las energías renovables y el abandono de las energías fósiles y nuclear", ha declarado en un comunicado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.

El 15 de febrero de 2011, los 16 activistas realizaron una acción de protesta pacífica en la central nuclear de Cofrentes. Pintaron 'Peligro nuclear' sobre una de las torres de refrigeración, y por ello se enfrentaban a posibles penas de dos años y ocho meses de cárcel, así como a una multa e indemnizaciones de casi 360.000 euros para Greenpeace como responsable civil subsidiario. El fotoperiodista independiente Pedro Armestre se exponía a las mismas penas que los activistas y fue absuelto de todos los cargos ya en primera instancia.

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