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Dos de las armas intervenidas en la operación. :: guardia civil
Un taller clandestino de armas de guerra en Alicante dispara la alerta yihadista

Un taller clandestino de armas de guerra en Alicante dispara la alerta yihadista

La Guardia Civil se incauta de 99 fusiles, subfusiles, pistolas, revólveres y rifles que podían haber acabado en manos terroristas

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Martes, 28 de abril 2015, 00:20

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alicante. Satisfacción por el éxito de la operación, pero al mismo tiempo una profunda preocupación por la aparición masivas de armas de guerra en el mercado negro español, algo «extremadamente inusual». Un arsenal que bien podrían haber acabado en manos de yihadistas, según insistieron ayer los mandos del Servicio de Información de la Guardia Civil. La operación 'Taronja' contra el tráfico de ilegal de armas se ha saldado con siete detenidos, entre ellos un funcionario, en varias redadas y registros en Alicante, Málaga, Murcia, Vizcaya, Navarra, Cantabria, Burgos, Barcelona, Sevilla, Cádiz, Córdoba y Las Palmas de Gran Canaria.

La Guardia Civil ha recuperado 99 armas, muchas de ellas automáticas, de uso bélico, como las que buscan con denuedo los 'lobos solitarios' instalados en Europa fieles a las consignas del Estado Islámico de llevar la yihad a sus lugares de residencia. En el arsenal incautado hay, entre otros efectos, once fusiles de asalto, catorce subfusiles, quince pistolas, 22 revólveres o quince rifles y carabinas, amén de 21.000 cartuchos de diferentes calibres.

El 'modus operandi' de la red pasaba por la compra masiva en países del este de Europa y Estados Unidos de las llamadas armas de coleccionistas, aparatos verdaderos pero en teoría inutilizados, cuya compra y venta en España está muy regulada y limitada. El grupo recibía las armas a través de pequeños paquetes postales sin declarar y que no pasaban por Aduanas, por lo que eran totalmente opacos para la administración. Luego, los traficantes las arreglaban para convertirlas de nuevo en instrumentos operativos.

Armas españolas

Según fuentes de la investigación, la red también se había hecho con armas españolas, como los 'Cetme' que usa el Ejército, y que eran sustraídos de los arsenales. Los servicios antiterroristas del instituto armado dan por desmantelada esta red con la captura en Málaga del principal comprador de armas en el extranjero y el descubrimiento en un chalet de Alicante del taller en el que los detenidos rehabilitaban las armas, y donde se hallaron multitud de elementos para arreglar los viejos fusiles de asalto, subfusiles y pistolas, tales como 60 cañones nuevos, más de 140 cargadores de todo tipo o más de once kilos de pólvora para fabricar proyectiles.

Los investigadores creen que este grupo habría vendido en el mercado nacional en los últimos meses entre 120 y 130 piezas, sobre todo a través de internet, que fue lo que puso a los técnicos del Plan Integral para el Control de las Armas de Fuego y de Europol tras la pista de la red.

Mandos de los servicios antiterroristas aseguraron que no hay constancia de que los detenidos hayan facilitado armas de guerra a ningún grupo terrorista o yihadista, pero la investigación sobre los compradores del material sigue en marcha con rastreos intensivos en redes y foros bélicos.

Estos mismos responsables del instituto armado aseguraron que el arsenal encontrado es «probablemente» el mayor depósito de armas de guerra ilegales (por envergadura y potencia de fuego) jamás hallado en España. El precio de estas armas fuego rehabilitadas en el «hasta ahora muy reducido» mercado negro español oscilaba entre los 1.200 y los 2.000 euros, más del triple del valor de estas armas (nuevas) en países como Estados Unidos, «pero aún así accesibles a cualquier lobo solitario».

En la mente de los investigadores están, sin duda, atentados como los perpetrados por los terroristas del Estado Islámico en París el pasado enero, en Dinamarca en febrero o en el museo de El Bardo en Túnez en marzo. Todos ellos fueron perpetrados por terroristas locales con armas automáticas conseguidas en el mercado negro tras haberse autoradicalizado sin apenas ayuda exterior, más allá de los foros yihadistas.

«A diferencia de ETA, que tenía un aparato logístico muy potente, los terroristas yihadistas que operan en Europa y tienen convicción de llevar a cabo un atentado carecen de esas armas por lo que recurren al mercado negro, y muchas veces a internet, para acceder a ese material», resumió ayer uno de los mandos de la 'operación Taronja'.

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