La nueva Selectividad durará al menos dos días y será simultánea en toda España

El Ministerio de Educación presentará mañana a las autonomías el borrador que recoge las características generales de las nuevas reválidas de la Lomce: la que se hará tras 4º de la ESO y la que llegará después de 2º de Bachillerato y sustituirá a la actual Selectividad en 2017. El documento también se refiere a la evaluación final de Primaria, si bien será distinta y no tendrá carácter eliminatorio.

La estructura de las dos primeras es calcada. Se compondrán de siete pruebas que sumarán un máximo de 350 preguntas tipo test y de respuesta semiconstruida, a las que habrá que añadir la correspondiente al Valenciano, que no se detalla en la normativa a debatir. Tampoco entra a valorar durante cuántos días se prolongarán los exámenes, aunque desde el Ministerio de Educación explicaron ayer que por los menos se distribuirán en dos jornadas distintas tras descartar la sesión única.

Se trata de una cuestión organizativa, pues será una evaluación simultánea en todas las comunidades, lo que implica un cambio sustancial respecto a la Selectividad, cuyo calendario varía al depender de los gobiernos autonómicos.

Las novedades no se quedan ahí. La reválida de Bachillerato se hará en los centros educativos y no en las universidades, y aunque coincidirá en fechas con las pruebas de acceso actuales -llegará una vez finalizado el curso- contará como días lectivos. Es decir, el cómputo anual de jornadas escolares se reducirá.

También será muy distinto el sistema de calificación teniendo en cuenta que desaparecen los exámenes de desarrollo y de respuesta abierta que se aplican ahora. Las evaluaciones externas de ESO y Bachillerato serán diseñadas por técnicos del ministerio para todo el país, así como los criterios de corrección, que se plasmarán en guías codificadas distribuidas por el Gobierno para verificar las respuestas del alumnado, a modo de plantillas cerradas. Por hacer un paralelismo, es parecido a lo que sucede ahora con las pruebas MIR que afrontan los médicos.

En cuanto a los profesionales que se encargarán de corregir los exámenes, el borrador habla de docentes externos al centro y atribuye a la conselleria la manera de elegirlos. Sólo se establece una excepción, la relacionada con las preguntas abiertas que se podrán incluir en los ejercicios de expresión oral. En este caso podrán calificarlos profesores del mismo colegio en base a una guía de criterios del ministerio. Eso sí, se comprobará y verificará el trabajo a través de muestras representativas «con el fin de asegurar la homogeneidad en la valoración». En otras palabras, la centralización del sistema de corrección es concienzuda.

Las pruebas se podrán hacer tanto en valenciano como en castellano, siempre que no versen sobre las asignaturas lingüísticas. Eso sí, llama la atención que el decreto atribuya esta decisión a los padres o tutores legales y no al alumno.

En cuanto a los plazos, las reválidas llegarán en 2017. La de ESO (que se podrá hacer con dos asignaturas suspendidas) no tendrá efectos académicos, por lo que la promoción seguirá dependiendo del expediente académico. En cuanto a la de Bachillerato, aunque no contará para conseguir el título, sí afectará al acceso a la universidad. La de Primaria, que servirá para establecer planes de mejora y no para decidir quién pasa, se prevé en 2016.

En la Sectorial de mañana también se hablará del real decreto que regula las becas estatales del curso que viene, incluyendo las universitarias. En principio no hay cambios respecto a la última convocatoria.