Tras el «oh, no me sale» y el llanto, Maguette canta el segundo

El Gordo de Navidad de este año ha ido de menos a más. Sobre todo, para Maguette Fall Diop, la niña de San Ildefonso que fue ayer una de las protagonistas, primero por sus nervios y luego por su alegría. Maguette tenía dos turnos en el sorteo, uno en la primera tabla y otro en la octava. Y en el noveno alambre de la primera tabla se le atrancó el 58052. Maguette no pudo cantar el número y sólo pudo balbucear un: «Oh, no me sale» para después, traicionada por los nervios, romper a llorar mientras el Teatro Real aplaudía para consolarla. Un momento de relajación y un traguito de agua le bastaron para recuperar la calma y volver a retomar el sorteo.

Maguette tiene 12 años y su familia es originaria de Senegal, aunque ella nació ya en España. Su padre, presente en el Teatro Real, aseguró que la pequeña estaba nerviosa desde el día anterior y quizá por eso ayer pudo cometer estos pequeños traspiés al salir al escenario en la primera tabla. «Mi hija es muy buena estudiante y muy exigente consigo misma», explicó Mamadou.

Sin embargo, todo cambió en la octava tabla. Con mucho más aplomo y seguridad, Maguette demostró por qué fue una de las elegidas para cantar en el sorteo y su capacidad para sobreponerse tuvo premio. En concreto, dos: un quinto premio, el 67924, y sobre todo, el segundo premio, el 92845. Las lágrimas se transformaron en una estupenda sonrisa de felicidad. Por cierto, Maguette también cantó uno de los números más curiosos del sorteo, el 00000 que juega la Casa Real.

Por su parte, Ismael Rastrelli y Janna Flores, ambos de 12 años, fueron los niños de San Ildefonso encargados de cantar el Gordo y aprovecharon para pedir a los ganadores que no se lo gasten «a la primera». «Que tengan cuidado», coincidieron en comentar, todavía emocionados por el momento que acababan de vivir.

Ismael, de origen italiano, hizo hincapié en que los agraciados piensen bien lo que van a hacer antes de gastarse los millones de euros que van a recibir.

La experiencia le acompaña y con ella cierta sabiduría, porque Ismael ya cantó «el Gordo» en 2012, si bien ayer se sintió «con la misma ilusión y la misma alegría». «Podría decirse que traigo suerte», bromeó.

Janna, de procedencia peruana, recalcó que estaba muy nerviosa, aunque «tenía el presentimiento» de que iba a sacar la bola, porque ya quedaban pocas.

«Sólo esperaba que no me saliera ningún gallo o que se me cayera la bola», añadió, para después confesar que la noche anterior apenas había dormido por la excitación.