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Una excavadora busca el origen de las aguas fétidas en el lecho del barranco. :: LP
Un vertido de aguas fecales en Massanassa amenaza la Albufera

Un vertido de aguas fecales en Massanassa amenaza la Albufera

Los residuos hallados en un barranco podrían acabar en el parque natural si una avenida de agua los arrastra hasta la desembocadura

A. DASÍ

Martes, 18 de noviembre 2014, 00:05

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Un hedor proveniente del barranco del Poyo ha despertado la voz de alarma entre los vecinos de Massanassa. La causa: la presencia de aguas fecales en su lecho, un problema que había desaparecido tras las obras de encauzamiento, pero que ayer volvió a planear de nuevo en esta localidad de l'Horta.

El mal olor es tal que, según explican algunos residentes que viven muy cerca de la zona afectado por el vertido, «hay noches que tenemos que poner una toalla debajo de las puertas para que no entre en casa porque es insoportable».

«Esta situación ya lleva varios meses produciéndose, aunque puede ser que por las lluvias o por el agua que viene de Favara y que limpia el cauce hasta ahora no se ha notado tanto», puntualizan los afectados por el intenso hedor.

Indignación vecinal

También señalan que, sobre todo, «se nota por las mañanas y por las noches, cuando casi no se puede respirar». «Además, cuando pasas el puente que separa Catarroja y Massanassa también huele fatal y se puede ver como brota el agua que tiene un color extraño», añaden los vecinos indignados.

Tras las continuas quejas, el ayuntamiento ha denunciado esta situación ante los organismos que tienen competencia en el barranco, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), la Emshi y el Epsar para poder resolver el problema que está causando este malestar y que además supone un foco de «contaminación» para el Parque Natural de la Albufera, en el caso de que los lodos fueran arrastrados hasta la desembocadura. Por este motivo, los trabajos se están acelerando al máximo, ya que una avenida de agua arrastraría todas las aguas fecales hasta la desembocadura.

El vertido brota de uno de los pozos que hay en el lecho del barranco y de donde todavía siguen saliendo restos tras las últimas lluvias. El consistorio ya ha empezado a trabajar para encontrar la procedencia de estas aguas fecales y prevé cubrir con una losa de hormigón esta salida, con un sellado progresivo, hasta encontrar el punto de inicio de los vertidos.

«Esperamos que, si da resultado esta actuación, en breve se supriman los malos olores y se elimine este foco de contaminación», según advirtió ayer el alcalde de Massanassa, Vicent Pastor.

Inutilizado

«Teóricamente ahí no tenía que haber agua porque el colector está inutilizado, por lo que tiene que ser debido a alguna conexión nueva o que se haya producido un embozo», explica el primer edil, quien además adelanta que probablemente las aguas fecales «pueden proceder de otra localidad».

Pastor señaló que «el asunto lo hemos puesto en conocimiento de las diferentes administraciones competentes. Lo que es más extraño es que si no manase agua fétida no se lo creerían, pues teóricamente ese agua no debería de estar allí». «Parece increíble que a estas alturas sigamos vertiendo fecales al barranco que atraviesa la población y desemboca en la Albufera que, teóricamente, protegemos de la contaminación», añade.

Durante los trabajos que está realizando el consistorio, varios representantes de los diferentes organismos han visitado la zona junto al alcalde, además del arquitecto del municipio vecino de Catarroja, donde, por la separación que existe entre las viviendas y el barranco, no se han recogido quejas vecinales.

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