Vinalesa reivindica el toro cerril de afamadas ganaderías

valencia. Las calles de Vinalesa eran un hervidero de aficionados el pasado sábado. Tres toros de Adolfo Martín eran el reclamo. La asociación Aficionats als Bous Cerrils de esta localidad cumplía su sexto aniversario celebrando festejos y el espectáculo no defraudó a nadie. Tres ejemplares cárdenos del ganadero madrileño, con las hechuras típicas de su encaste, ofrecieron un variado juego y la fiesta fue completa.

«El toro nº 99, Sombrerero de nombre, estuvo de sobrero en la corrida de otoño del año pasado en Las Ventas. Al no lidiarse, lo guardamos para Fallas ,pero cumplía los seis años en marzo y no se pudo lidiar. El toro Sevillano, nº 79, estuvo de sobrero en Daimiel, no se lidió y al final acabó cumpliendo los seis años. Hubiese sido un toro muy bueno para cualquier corrida de toros de plaza de segunda. El toro Sevillano, nº 79, tenía una pequeña nube en un ojo, por lo que no era apto para lidiarse pero sí para las calles». El ganadero Adolfo Martín explica a LAS PROVINCIAS por qué esos toros acabaron en las calles, motivos a los que hay que unir la amistad fraguada con los miembros de esta peña: «La relación con ellos se remonta al año 2011, que es la temporada en la que regreso a Madrid con corrida de toros. Uno de los sobreros de aquel lote iría a parar a las calles de Vinalesa. Desde entonces hemos tenido muy buena relación, nosotros no les engañamos y les decimos toda la verdad, ellos saben si el toro tiene algún problema o por ejemplo en este caso, cuando un toro tiene un pequeño defecto en la vista».

Pese a que su objetivo prioritario es lidiar sus astados en la plaza, si puede ser en una feria de prestigio, miel sobre hojuelas, Adolfo reconoce el ventajoso mercado que para los ganaderos suponen los bous al carrer y lanza un aviso a navegantes de cara al futuro. «Estos años hemos tenido muchos toros para las calles. Siempre hay que sobran, que han estado de sobreros y acaban cumpliendo los seis años; esos van a los pueblos de Valencia y Castellón. También hay algunos que no los quieres lidiar porque no te gusta lo que ha dado cierto semental. Es admirable la afición de las peñas y el esfuerzo que hacen. Pero ojo, a partir de ahora habrá más problemas para encontrar toros para las calles porque hay menos toros en el campo. Yo tendré algunos, pero menos que otras veces».

Hasta el año 2009 no se soltaban toros cerriles en las calles de Vinalesa. Desde principios de la década de los ochenta los festejos se limitaban a correr los animales de los ganaderos autóctonos, lo que se conoce como ganado de corro o de alquiler. Ante ello, una quincena de aficionados decide crear una asociación con un único objetivo: lidiar en su pueblo toros cerriles de ganaderías de prestigio. «Somos aficionados y llevábamos muchísimos años acudiendo a otros pueblos a ver toros. Nos dijimos ¿y porqué no en Vinalesa?, así que nos pusimos manos a la obra. Aquello fue en otoño de 2008 y en septiembre de 2009 ya organizamos nuestro primer festejo exhibiendo un toro de Cuadri", manifiesta Jaime Guinart, uno de los fundadores de la asociación.

Miguel 'El Quelo' es el principal responsable de que los Aficionats als Bous Cerrils entablen una gran relación con Fernando Cuadri, cuyos toros son muy cotizados en la calle y que, sin embargo, están presentes cada año en Vinalesa. «La mujer de Miguel es de Trigueros -término onubense en el que pastan los toros de Cuadri- y se crío en el Cortijo Juan Vides junto a la familia. A través de ella conocimos a don Fernando y desde entonces entablamos una relación extraordinaria, tanto, que él mismo fue el que nos presentó a Adolfo Martín», manifiesta Guinart, quien puntualiza: «Fernando es un señor, un caballero. Este año por ejemplo nos avisó hace un par de meses de que el toro no iba a estar rematado para la fecha prevista y no le ha importado dejarlo en el campo hasta el año que viene. No todos los ganaderos actúan así».

Vinalesa apenas supera los 3.000 habitantes y duplicó su población el pasado sábado. El atractivo cartel y la escasa competencia en otros pueblos con la temporada languideciendo lo hicieron posible. Se rindió homenaje a Jaime Guinart padre y los animales ofrecieron buen juego. «El 79 y el 83 nos gustaron mucho, tuvieron bravura y nobleza respectivamente. El 99 no fue tan buen toro, pero en general estamos muy contentos», afirma Jaime Guinart, que pone en valor el esfuerzo realizado por la asociación para llevarlo a cabo: «Lo hacemos todo a base de loterías, rifas, cuotas y buscando patrocinadores en forma de publicidad. No hemos parado de trabajar estos seis años, incluso hemos hecho los corrales del pueblo. Por fortuna hemos contado con la colaboración del alcalde Julio Martínez, que también es muy aficionado».

Toros de Cuadri, Adolfo, José Escolar, Victorino Martín y Cebada Gago han desfilado por las calles de Vinalesa estos años. ¿Acérrimos del torismo?, cuestionamos. «Para nada, nos gustan todos los encastes, incluso llegamos a tener comprado un toro de Cuvillo que al final se inutilizó. La amistad con los dos ganaderos nos ha llevado a confiar en ellos, pero no descartamos abrir el abanico en el futuro». Vinalesa echará el cerrojo el próximo sábado 8 de noviembre, día en el que la comisión Som de Traca exhibirá astados de Montalvo y Valrubio.