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La clase. Niños y niñas escuchan con mucha atención la parte teórica. :: lp
Paterna enseña a los futuros tiradores
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Paterna enseña a los futuros tiradores

L'Escoleta del Foc, el primer paso para llegar a la Cordà, es un caso pionero de formación con la pólvora que instruye cada vez a más niñas

MARINA COSTA

Miércoles, 27 de agosto 2014, 00:03

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«Lo que más impresiona es ver cómo un niño de diez años saca los cohetes de la caja y los manipula como si llevara treinta años haciéndolo». Cuatro veteranos expertos tiradores de la Cordà de Paterna nutren el claustro de esta escuela tan particular que enseña a los paterneros más jóvenes a amar la pólvora y su fiesta y a hacerlo con la máxima seguridad.

L'Escoleta del Foc de Paterna ofrece un programa educativo pionero y único en la Comunitat y en el resto de España. Ha cumplido sus primeros cinco años de vida como la principal puerta de entrada de los pequeños tiradores al mundo de la pólvora, la tradición y el fuego.

El futuro de la fiesta paternera se gesta primero en un aula al uso, donde los alumnos atienden con una atención que despertaría las envidias de cualquier profesor de matemáticas.

Primero se habla de los orígenes de la Cordà de Paterna, de las tradiciones de la localidad, de las clases de artefactos pirotécnicos que existen, de las herramientas que se usan para manipularlos y de cómo posicionarse ante un cohete para dispararlo sin riesgos.

Los alumnos, que acuden a este colegio acompañados de sus padres, están deseosos de que llegue la clase práctica. Es entonces cuando los veteranos tiradores les dan las principales claves y consejos. «Lo primero que se les dice es que se diviertan porque es el principal objetivo, pero siempre con seguridad», explica César Andreu, presidente de la Federación de Interpenyes. Es en estos momentos cuando los pequeños se ponen especialmente nerviosos y fríen a preguntas a sus profesores. José Luis Calatrava, Toni Corredera, Vicente Pla y David García son los encargados de que esta escuela del fuego cumpla su función.

Lo primero que debe hacer un tirador novel es dejar el cajón y sacar unos cohetes, dejarlos en el suelo y tomar uno sólo para encenderlo. Las clases inciden fundamentalmente en el uso de artefactos pirotécnicos de «fuego frío», lo que se conoce como cohetes borrachos. Pero también reciben nociones de primeros auxilios y de cómo actuar en caso de quemadura o accidente.

La primera escoleta formó a veinte alumnos y este año la cifra ya roza el medio centenar. Otra novedad importante es el creciente interés de las niñas por entrar. Andreu muestra su «satisfacción porque esta vez ya conforman el 50% del grupo. El hecho de que la mitad de los participantes de la escoleta sean niñas significa que la Cordà tendrá en el futuro grandes tiradoras».

Además, los niños que participaron en la primera promoción de la escoleta entran por primera vez en la Cordà oficial del próximo domingo. Es la generación más formada de la historia de la fiesta.

Los participantes niños de este año se han ganado ya su preciado brazalete formativo y hoy vivirán su primera cita de verdad con la pólvora en la Cordà infantil que se celebrará esta noche, a partir de las 23.30. Todo un acontecimiento para padres, hijos y abuelos por dar vida entre todos a una tradición centenaria.

La escoleta surgió como una necesidad para que lo niños de entre 10 y 14 años pudieran iniciarse en la pólvora sin que se produjera «un vacío en esa edad por falta de oportunidades u opciones para sumarse a la fiesta». Fue entonces cuando la Federación de Interpenyes y el Ayuntamiento iniciaron esta experiencia pionera que lleva un lustro encendiendo la mecha del amor de los paterneros por su fiesta.

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