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Una clienta sale de la tienda con la ayuda de los bomberos. :: bombers twitter
Atrapados por las rebajas en Xàtiva

Atrapados por las rebajas en Xàtiva

Los bomberos rescatan a los clientes encerrados en una zapatería al caer la puerta

MANUEL GARCÍA

Sábado, 23 de agosto 2014, 00:02

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xàtiva. «Como casi todos eran clientes, hemos estado como en familia». Quien así se expresa es Ricardo, el dueño de una zapatería de la ciudad de Xàtiva en cuyo interior se vivió ayer una situación curiosa y que, poco después, calificaba como una «anécdota». La rotura de la puerta de entrada provocó que alrededor de unas 15 personas, entre propietario, clientes y empleados, permanecieran encerrados alrededor de una hora en el interior del establecimiento y tuvieran que ser rescatados por los bomberos después de que estos rompieran una luna de la tienda.

Todo ocurrió alrededor de las doce del mediodía de ayer, el viernes 'postfira de Xàtiva' que, sin embargo, contaba con bastante animación en las calles al instalarse en esa jornada el tradicional mercado ambulante en la plaza del Mercat y algunas calles adyacentes.

«Había gente que había acabado de almorzar poco antes y decidió venir a comprar unos zapatos», explicó Ricardo, siempre con una sonrisa en los labios y negando cualquier dramatismo a este curioso hecho que concentró a buena cantidad de espectadores durante el tiempo en que duró.

«De repente, la puerta de seguridad se ha caído, afortunadamente sin afectar a nadie», señaló.

A partir de ahí, los primeros minutos han tenido como protagonistas a las bromas, «porque son clientes habituales y nos conocemos ya». Incluso, muchos de ellos decidieron que no querían perder el tiempo y siguieron buscando sus zapatos y probándoselos.

El hecho de que se tratara de un espacio grande hizo que no hubiera nerviosismo entre quienes se quedaron encerrados. No hay comparación posible, por tanto, con el genial José Luis López Vázquez, protagonista de 'La cabina', de Antonio Mercero, quien vivió momentos desagradables al quedar atrapado es un espacio mucho menor como el de una cabina telefónica.

«En ningún momento ha habido escena de pánico ni de tensión alguna porque no era algo grave como hubiera podido ser un escape de gas o un fuego. Además, la gente vio que en seguida hemos comenzado a movernos para tratar de paliar esta situación hablando con el seguro y con los bomberos», añadió.

Además, en un momento dado, los clientes trataron de unir sus fuerzas para levantar la puerta entre ellos, pero no fue posible.

De este modo, y después de analizar todas las opciones, decidieron que la más sencilla era hacer un agujero en la luna de la tienda para que los clientes pudieran salir por ella, como así ocurrió. La colaboración de los bomberos propició que acabara en apenas una hora esta anecdótica situación.

«La puerta no se podía levantar, y al estar en pleno mes de agosto hemos optado por el método más rápido y seguro».

Pocas horas después, la tienda volvía a estar abierta al público, aunque Ricardo sabe que, al menos durante algún tiempo, deberá soportar bromas sobre esta curiosa situación.

Una de las mujeres que se quedó encerrada en la tienda no quiso darle mucha importancia al hecho: «Es algo para contar entre risas. Por suerte, y como pasa en estos casos, lo mejor es que nadie ha resultado herido por la caída de la puerta».

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