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Uno de los bisontes de la reserva de Valdeserrillas, en una imagen de archivo. :: lp
Otros tres bisontes murieron hace dos años en la reserva de Benagéber

Otros tres bisontes murieron hace dos años en la reserva de Benagéber

El director denunciado por la Fiscalía se enfrenta a penas de hasta un año y medio de cárcel y la prohibición de trabajar con los animales

J. A. MARRAHÍ/A. RALLO

Jueves, 2 de marzo 2017, 19:50

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El historial de muertes de bisontes en la reserva de Benagéber es amplio. Según consta en la denuncia de la Fiscalía de Valencia contra el responsable de las instalaciones, tres de estos animales murieron ya en 2015, mucho antes de los recientes fallecimientos de ejemplares que motivaron la investigación de la Guardia Civil.

Como avanzó LAS PROVINCIAS, el ministerio público considera a Carlos V. A. presunto autor de un delito continuado de maltrato animal por una alimentación deficiente de los bisontes. El caso ha quedado así judicializado y ahora la instrucción seguirá impulsada por alguno de los juzgados de Llíria.

La denuncia del fiscal Eduardo Olmedo describe que en julio de 2015 el director poseía cuatro bistontes europeos (bisons bonasus) y «tres de ellos murieron ese mismo año por circunstancias desconocidas». Los animales se encontraban en la reserva de Valdeserrillas, un amplio espacio acotado en monte público bajo la gestión empresarial del investigado.

Ya en abril del año siguiente, se reforzó la población de bisontes de las instalaciones. Fueron adquiridos otros doce junto a búfalos de agua, tres caballos y un burro. La Fiscalía de Valencia considera que tres de estos vistosos gigantes del monte, los mamíferos más grandes de Europa y considerados como especie amenazada, perdieron la vida durante 2016. También por «causas desconocidas».

Es ya a partir de las muertes de Sauron y otro miembro de la manada, en septiembre del año pasado, cuando el ministerio público se refiere a esa «alimentación insuficiente» como posible detonante del problema. La supuesta falta de sustento se relaciona también con la enfermedad de otros bisontes y con el último de los fallecimientos, el de Ural, en enero de este año. Cabe recordar que los análisis veterinarios a los animales sobre la causa de sus muertes comenzaron después de que la propia reserva denunciara la aparición de Sauron decapitado y arrancara la investigación de la Guardia Civil.

Este diario trató de contactar nuevamente con el responsable de la reserva para conocer su versión, pero no respondió. Carlos V. A. está investigado por un delito continuado de maltrato animal que, con las particularidades del caso, podrían acabar enfrentándolo a una pena de hasta un año y medio de cárcel. También a la prohibición de trabajar con cualquier animal e incluso poseerlo.

El maltrato animal

En concreto, el fiscal Olmedo se refiere al artículo 337 del Código Penal en su escrito a los juzgados. La ley prevé penas de entre tres meses y un año de prisión para el que «por cualquier medio maltrate injustificadamente, causando lesiones que menoscaben su salud, a un animal que temporal o permanentemente vive bajo control humano», que sería, presuntamente, el caso de los bisontes del recinto de Valdeserrillas.

Ese periodo de cárcel para los responsables se puede elevar si, como sucede en este caso, el supuesto maltrato deriva en la muerte del animal. Es lo que recoge el punto 3 del artículo, al que hace alusión el fiscal en su identificación del supuesto delito.

Ante los fallecimientos, describe el Código Penal, «se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para su tenencia».

La Fiscalía de Valencia también hace referencia a un delito «continuado». Esta consideración se debe a que no fue uno, sino varios, los animales que han fallecido en los últimos meses por esa supuesta falta de alimentación. Si finalmente se prueba que fue así, el juez podría aplicar las penas más elevadas dentro del intervalo de tiempo de cárcel previsto para el delito.

Además, también podría influir la especie de los animales fallecidos. El bisonte europeo se considera una especie vulnerable y amenazada, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los pocos ejemplares que quedan en Europa suelen estar en programas de reproducción en cautividad.

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