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Obras de urbanización en la calle Dénia, en una imagen tomada a finales de marzo.
Seis años de obras y la crisis acaban con la mitad del pequeño comercio de Ruzafa

Seis años de obras y la crisis acaban con la mitad del pequeño comercio de Ruzafa

Los empresarios lamentan la suspensión de la última fase de la urbanización y refuerzan la venta por internet para compensar las pérdidas

paco moreno

Viernes, 25 de abril 2014, 10:56

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Las máquinas llegaron en abril de 2008 a las primeras calles de Ruzafa y todavía no se han ido. La coincidencia de las obras de la inconclusa línea 2 del metro y la reurbanización integral del barrio han supuesto seis años seguidos de cortes de tráfico, zanjas, polvo y ruido, aunque también el cierre de comercios. El presidente de la asociación del sector, Eugenio Giménez, aseguró ayer que las pequeñas tiendas se han reducido a la mitad en dicho periodo.

Mientras que entonces el pequeño comercio llegaba a 260 locales, según las cifras ofrecidas por la entidad, ahora apenas son 120 establecimientos. Los bajos se han cubierto con la apertura de bares y restaurantes, además del clásico cartel de alquiler en las persianas.

«Todo no se ha debido a las obras porque también está el componente de la crisis, aunque sin duda ha dejado calles muy tocadas». Giménez citó como ejemplo la calle Luis Santángel, que en su opinión «no se ha recuperado de aquello».

Los comerciantes luchan ahora para salir a flote, aunque la paralización de la reforma de la calle Literato Azorín ha sido la puntilla. «Ya nos temíamos que iba a ocurrir porque los presupuestos han caído en todas partes, aunque ahora lo importante es que cuanto antes terminen mejor», indicó.

El compromiso de la Conselleria de Infraestructuras, según anunció hace unos días, es que las obras se retomen en la calle Literato Azorín a partir del 5 de mayo, una vez resueltos los problemas de pagos a la empresa adjudicataria. La previsión es que la reforma de este eje esté acabada por completo este año.

La reurbanización incluye la renovación de servicios públicos en el subsuelo, así como las aceras, asfaltado y colocación de mobiliario urbano. Habrá más espacio para los peatones y menos para aparcar, con una inversión conjunta que se eleva a 15 millones de euros. La Generalitat eligió este barrio para un nuevo Plan RIVA en Valencia, después de los proyectos realizados en Ciutat Vella años atrás.

Ante el cierre progresivo de comercios, a la asociación no le ha quedado otra que modernizarse para intentar mejorar las ventas. «Hemos renovado la página web y desde esa plataforma puesto en marcha sistemas de venta nuevos», indicó.

Precisamente el día que los responsables de la conselleria comunicaron la suspensión de las obras, Giménez participaba en un cursillo para conocer este tipo de técnicas. «Ahora sólo funcionan los bares y los pubs, aunque algunos deben ofrecer hasta la retransmisión de partidos de fútbol de Segunda División para poder sobrevivir», subrayó.

Las obras del metro se iniciaron por la parte de la avenida Peris y Valero, una vez dieron el salto desde la calle General Urrutia. En el otro extremo del barrio, la excavación en la avenida Reino de Valencia obligó a trasplantar palmeras protegidas, que acabaron en el viejo cauce y en el barrio de Campanar.

Cuando la situación ya está normalizada, en 2012 arrancó el Plan RIVA por la parte de la calle Puerto Rico, Pintor Gisbert y Buenos Aires, entre otros ejes viarios. La Generalitat consensuó el proyecto con las entidades del barrio, aunque los comerciantes consideran que la pérdida de calzada es perjudicial en algunas zonas de Ruzafa. «Dejar un carril en la calle Cádiz es muy negativo y lo mismo piensan los conductores de la EMT de la modificación de algunos itinerarios».

Con esto último se refirió a los cambios introducidos por la compañía municipal en la línea 7, lo que también ha sido criticado por los vendedores del mercado municipal. La reubicación de paradas se decidió para mejorar tiempos de viaje a los usuarios, aunque el traslado fue rechazado por estos colectivos.

«Ahora estamos mejorando», dijo el presidente de los comerciantes acerca de lo que ha sucedido en la recta final de las obras de urbanización. Las empresas adjudicatarias todavía trabajan en ejes como la calle Dénia, mientras que además de Literato Azorín sigue pendiente la remodelación de un tramo de la calle Pedro III el Grande, en la parte cercana a Reino de Valencia, además de otros ejes en la zona.

Frente a las restricciones de aparcamiento por el ensanchamiento de las aceras, los comerciantes han decidido ofrecer horas gratis de parking a sus clientes en el estacionamiento del mercado municipal. Giménez añadió que «dicen que será una zona muy buena (el barrio), aunque estos años han sido muy malos».

Acerca del reinicio de las obras, confió en que no se pospongan mucho. «No tenemos noticia oficial ni siquiera de la paralización». La presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, dijo por su parte que el compromiso es que se retomen el próximo mayo.

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