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Circuito cultural por Asturias y León

ECOS DEL PALMERAL GÓMEZ ORTS

Jueves, 8 de diciembre 2016, 01:13

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A pesar de conocer todas y cada una de las 50 capitales de provincia del Estado español, y naturalmente la mayor parte de las poblaciones que comprenden cada una de ellas -muchas de unas y otras en dos o más ocasiones-, un viaje de los que organiza Mundo Senior lo hemos aprovechado mi esposa, Manolita y yo, para llevarlo a cabo a lo largo de seis días juntamente con tres personas que nos han acompañado en otros muchos viajes, Rosa, Tomasita y Asunción, naturalmente junto a personas de la provincia y otra expedición que se integró en Madrid.

El viaje en tren hasta Gijón, primera parada de hotel, durante tres días, para a continuación realizar traslado a León, por otros tantos días, y entre col y col, un buen número de visitas a diversas poblaciones de ambas comarcas, en autocar propio, y recorridos a pie en Gijón y León, además, naturalmente de la capital de Asturias, Oviedo, todas ellas en verdad interesantes y en algunos casos apasionantes.

Las visitas se iniciaron en Gijón, que tuvimos la ocasión de visitar por dentro -en anterior visita unicamente la había contemplado desde el exterior-, percatándonos de su grandiosidad y las muchas bellezas que encierra la población, sus playas, miradores, enormes edificios, en fin, una maravillosa ciudad. Sin dejar de lado la Catedral, realmente impresionante.

Y tras la mayor ciudad de Asturias, las consiguientes visitas a poblaciones de manifiesto interés, entre ellas, quiero destacar Avilés, eminentemente industrial, con una iglesias majestuosa, y eso sí, humo en los aledaños con una densidad enorme, y las características de tratarse de una población con arraigo antiguo, al tiempo que otra importante parte de la época moderna.

Mención especial, la visita a la mina San Vicente, en El Entrego, que tuve ocasión de conocer en anterior visita a Asturias, pero que la gente que iba en esta expedición desconocía. Por tanto chitón, hasta el final del trayecto interior, que naturalmente no comenté con nadie, pero que lo disfruté más, aunque me perdí la sorpresa. Y que tampoco voy a desvelar.

En el traslado a León, con muchas visitas, empezando por la propia capital, su catedral, sus barrios antiguos, los muchos puntos de interés para ser contemplados; viaje a Las Médulas, antiguas minas romanas de oro, un paraje maravilloso, y de paso, a Ponferrada, que no hay que perdérsela. Igualmente Astorga, que ya conocía de antes, pero que de nuevo me encantó, con su imponente catedral; o el Palacio Episcopal, de Gaudí, maravilloso, y sin olvidarnos de la fábrica de chocolate, hojaldres y otros dulces, de las que salimos con un considerable número de cajas, para aumentar el equipaje..

En el traslado a León nos detuvimos en Tazones, un pueblecito de encanto, al pie de enormes moles que vienen a descolgarse hasta la misma playita y consiguiente puerto, que antiguamente fue de reyes. Un auténtico cuento de hadas. Igualmente visita obligada a Villaviciosa, ¡cómo no! madre de la sidra, con la consiguiente parada en la fabulosa fábrica, y pertinente degustación.

En fin, un viaje delicioso, del que me he dejado de contar muchas cosas, y que ha valido la pena. Por cierto, nos ha deparado un tiempo estupendo, sin excesivo frío, tan peculiar sobre todo en León, con sol radiante y sin aparecer la lluvia. Todo lo contrario de lo que dejamos en casa.

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