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Un estudio de la UMH respalda la nueva normativa europea de las especies carroñeras

La nueva legislación posibilita a los ganaderos, previa autorización, dejar los cadáveres de ganado en extensivo en las denominadas zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario

efe

Miércoles, 7 de diciembre 2016, 19:34

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Un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que la nueva normativa europea que permite a los ganaderos abandonar los cadáveres de ganado extensivo en determinadas áreas en el campo es un paso adelante en la conservación de las poblaciones de carroñeros.

Esta normativa supone, además, una importante herramienta para la reducción de los costes ambientales y económicos asociados al transporte de los cadáveres de ganado hasta las plantas de procesamiento, según esta investigación.

El trabajo de la UMH destaca que, con la conservación de los carroñeros, se favorece el mantenimiento de la biodiversidad, entre otros aspectos positivos, según un comunicado del instituto armado.

La investigación, titulada "Evaluación de la red de zonas de protección para la alimentación de los carroñeros en España: de la conservación de la biodiversidad al ahorro en la emisión de gases de efecto invernadero", describe que, a pesar de la mejora, "aún existen aspectos que deben mejorar" para asegurar la conservación a largo plazo de las especies necrófagas.

La nueva legislación posibilita a los ganaderos, previa autorización, dejar los cadáveres de ganado en extensivo en las denominadas zonas de protección para la alimentación de especies necrófagas de interés comunitario (Zpaen).

Según el estudio de la UMH, con la implementación de esa normativa, se producirá un incremento en la disponibilidad de alimento para las especies carroñeras de hasta 33.474 toneladas al año.

Además, y gracias a la vuelta a los sistemas tradicionales y naturales de eliminación de los cadáveres de ganado por parte de los carroñeros, se podrían ahorrar 43.344 toneladas de CO2 de emisiones a la atmósfera al año.

Los investigadores sostienen que debería incluirse en las Zpaen la totalidad de las poblaciones de necrófagas de interés comunitario, como el alimoche águila imperial y el milano real -ambas especies en peligro de extinción-, así como el buitre negro y las áreas de distribución de ciertos carroñeros, como el lobo o el oso pardo, en peligro crítico de extinción.

Por otro lado, dado que los buitres son capaces de moverse cientos de kilómetros a diario a través de los diferentes límites administrativos, el estudio considera necesaria una gestión de las Zpaen a escala supra-autonómica.

Incluso señala que "sería aconsejable" una coordinación entre los países europeos que albergan poblaciones de buitres.

El trabajo, publicado en la revista Journal of Applied Ecology, ha sido financiado por gobiernos autonómicos de Andalucía y Cataluña, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Ministerio de Economía y Competitividad, y fondos Feder.

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